sábado, 15 de marzo de 2014

¿QUÉ SIGNIFICA PERTENECER A LA UAI? ¿SIGUE HACIENDO FALTA EN EL MUNDO HISPANO?



Preguntándome cuál es la política de la UAI (Urantia Association International), cuya presencia en muchos países hispanos es importante, decidí reflexionar al respecto e indagar en los fundamentos de la UAI. Al hacerlo, me encontré con algunas curiosidades que merecen la pena comentar y que  muchos de sus miembros no saben , desconocen su impacto o no quieren saber.

La misión de la UAI es:
  • ·       Fomentar el estudio de El libro de Urantia en profundidad.
  • ·       Diseminar sus enseñanzas a través de grupos de estudio, publicaciones, actividades sociales, y conferencias.
  • ·       Desarrollar líderes y maestros para la diseminación de las enseñanzas de El libro de Urantia.

Y es cierto  que en este sentido esta asociación ha cumplido esta misión con creces. Todo esfuerzo para lograr esos objetivos es poco, pero, con la pujanza de los escritos en Latinoamérica y el nivel de madurez alcanzado, creo que ya no es necesaria como lo ha sido hasta ahora. Además, esta organización conlleva el seguimiento a unos fundamentos, una historia y unas pretensiones ajenas a nuestra idiosincrasia cultural, a nuestra mentalidad. Con esto en mente, ¿qué es la UAI y qué significa ser parte de ella? 

[En http://www.librodeurantia.org/aiu/se describen los detalles de esta asociación y a este vínculo me remito en los siguientes párrafos entrecomillados]  

Respecto a su historia, se nos dice lo siguiente:

“De acuerdo con las instrucciones dadas por los Reveladores fue formada la Fundación Urantia en 1950. Luego, con la publicación de El libro de Urantia en 1955, fue creada la Urantia Brotherhood como organización hermana. En 1993 fue inaugurada la Urantia Association International (UAI) para continuar con la misión que había empezado en 1955. En 2007 la Urantia Association International se transformó en una organización independiente, aunque se declara interdependiente con la Fundación Urantia.”

Leyendo el siguiente párrafo, observamos que ciertamente es interdependiente:

“La UAI apoya la Declaración de Fideicomiso que creó la Fundación Urantia y trabaja en sociedad con la Fundación en las áreas de servicios a los lectores, ferias de libros y donación de libros a bibliotecas y prisiones. La UAI tiene licencia de la Fundación Urantia para usar sus marcas registradas, es decir el símbolo de los tres círculos concéntricos azules y la palabra ‘Urantia’”.

Vemos, en primer lugar, que la UAI apoya la Declaración de Fideicomiso —con todo lo que esto trae consigo—, además, la Fundación les permite usar sus marcas registradas (los tres círculos concéntricos y la palabra Urantia”).

Empecemos por esto último: es decir, los miembros de la UAI aceptan la propiedad de la Fundación de sus “marcas registradas”. Cualquier lector del libro sincero y dedicado sabe que los tres círculos concéntricos representan el "estandarte de Miguel" (p. 606/53.5.4), que no son el símbolo de la Fundación Urantia". ¿Cómo se pueden registrar esos círculos y ser sus propietarios?  Hay algo que no encaja bien. Igual sucede con la palabra Urantia/urantiano. ¿Cómo pueden ser propietarios de una palabra revelada —se menciona 33 veces en los escritos—?

Esto ya es en sí una fuente de conflictos porque se entiende que los miembros de UAI han de defender este hecho cuando los lectores sabemos que son material revelado, no sujetos a propiedad intelectual.  

Esta política se ver reflejada, por ejemplo, en las normas del concurrido Foro de Lectores de El libro de Urantia (http://www.librodeurantia.org/foro/) que lleva esto a un grave nivel de radicalidad, sin menoscabo de su gran labor de enseñanzas y de la capacidad de algunos de sus líderes. Su política llega a un extremo que sobrepasa las mismas normas de la UAI:  

“No se aceptará, bajo ningún punto de vista, mensajes […] que sean abiertamente críticos de la Fundación Urantia o de la Asociación Internacional Urantia […] Este foro de estudio es parte de un portal perteneciente a la Asociación Internacional Urantia, que apoya la misión y objetivos de esta organización, al igual que la misión y objetivos de la Fundación Urantia.”

No se acepta ningún tipo de crítica a la Fundación ni a la UAI  ¿Por qué no pueden unas asociaciones humanas estar sujetas a crítica? Creo que el LU nos anima a buscar la verdad dondequiera que ella nos lleve. Su incumplimiento, nos dicen, sería la causa de expulsión del foro. 

Claro que esto lleva a la defensa a ultranza de las traducciones oficiales (para las Américas o para Europa), tanto en estos foros como en plataformas (hrttp://www.urantia.com.br/sala); traducciones a todas luces deficientes por la misma política equivocada de la Fundación.

[Ver http://erroresenlatraduccindellibrodeurantia.blogspot.com.es/].  

Entonces, veamos en segundo lugar, qué significa ese apoyo a la Declaración de Fideicomiso que se refleja en la UAI y que siguen todos sus miembros. Entre muchos puntos que me parecen razonables, hay otros que resultan “estridentes” y equivocados. Por ejemplo, la Fundación no es una asociación democrática sino una oligarquía de cinco fideicomisarios:

[En http://www.urantia.org/es/fundacion-urantia/declaracion-de-fideicomiso se describen los detalles de la Declaración de Fideicomiso a la que a continuación me refiero.]  

“Los fideicomisarios tendrán el poder de poseer, mantener, gestionar, controlar, operar, cuidar, proteger y preservar el patrimonio del fideicomiso, y de recaudar y recibir los ingresos y ganancias de éste, y de los aumentos que se originen de éste, y de celebrar contratos en relación con el patrimonio del fideicomiso o cualquier porción de éste, y de obligar el patrimonio del fideicomiso para este propósito, y de aplicar y usar todo o cualquier parte del patrimonio del fideicomiso para efectuar los objetos de la Fundación, todo de acuerdo con la exclusiva discreción y juicio de los fideicomisarios.”

Antes de que el libro estuviera en dominio público en 2006, y FU tenía los derechos de autor, se gastaron por ejemplo miles de dólares de este fideicomiso en juicios contras lectores que publicaban el LU sin permiso. El fideicomiso les daba la razón:

“LITIGIOS: Los fideicomisarios tendrán el poder, en su nombre, como fideicomisarios, o en nombre de LA FUNDACIÓN URANTIA, de iniciar un litigio en cualquier tribunal de derecho para proteger o hacer aplicar cualquier derecho o interés de los fideicomisarios en o relacionado con o en cualquier modo en conexión con cualquier parte del patrimonio del fideicomiso o con cualquier interés en el mismo, lo mismo como si fueran los dueños privados e individuales del mismo, y así proteger y hacer aplicar sus derechos en relación con cualquier regalo, designación, legado o herencia, y así defender contra cualquier acción legal contra ellos como fideicomisarios o contra la Fundación o contra cualquier parte del patrimonio del fideicomiso.”

El libro enseña algo diferente:

"Estad dispuestos a sufrir injusticia antes de poneros pleitos entre vosotros" (p. 1571/140.3.14).

Denunciaron a muchos lectores, pero no hicieron nada para parar el plagio de El caballo de Troya, de JJ Benítez.

Creo además que siendo un material revelado y que la fundación se nutre de muchos donativos de los lectores, estos deberían tener algo que decir en el uso de estos recursos.

Está claro que todo miembro de la UAI ha de apoyar esta política. Como hemos ya observado, la UAI apoya la Declaración de Fideicomiso, y esto resulta engañoso para los lectores:

“PRESERVACIÓN Y CONTROL DE REPRODUCCIÓN DE El libro de Urantia: Será el deber de los fideicomisarios de retener control absoluto e incondicional de las láminas y de otros medios de comunicación para la impresión y reproducción de El libro de Urantia y de cualquier traducción de éste, de hacer o causar que se hagan las láminas y otros medios de comunicación que de vez en cuando se requieran para imprimir y reproducir El libro de Urantia y cualquier traducción de éste, de retener el control absoluto e incondicional de la posesión, la custodia, el uso y la disposición de todas las láminas y otros medios de comunicación para la impresión y reproducción de El libro de Urantia y cualquier traducción de éste, y de aplicar y usar el patrimonio del fideicomiso para este propósito.”

La misma Fundación confirma que en 2006 perdió el copyright y que solo tiene derecho sobre sus propias traducciones; aunque esto es un hecho que muchos lectores desconocen o no acaban de aceptar. Esto es de nuevo fuente de grandes problemas. He oído últimamente charlas de lectores que parecen obviarlo.  
   
En definitiva, con todo este bagaje y lo que significa ser parte de la UAI, pienso que esta asociación no es tan necesaria en Latinoamérica como lo ha sido hasta ahora. Su misión de fomentar el estudio del LU en profundidad, de diseminar sus enseñanzas a través de grupos de estudio, publicaciones, actividades sociales, y conferencias y de desarrollar líderes y maestros para la diseminación de las enseñanzas de El libro de Urantia ya es un hecho en ese continente.

Además pienso que hay que dar un paso más y crear asociaciones multinacionales de carácter participativo, con capacidad de decisión sobre sus propios recursos (no es complicado crear una plataforma para las charlas ni foros más libres), y hacer uso de una  traducción independiente de más calidad y a más bajo precio —algo que se puede lograr si se publica en los países latinoamericanos—.

4 comentarios:

  1. Comparto cabalmente lo expresado por usted, estimado hermano, pienso que de alguna manera de debe proteger la esencia de la revelación, y a la vez propulsar su divulgación equitativa y democráticamente............

    Los monopolios no tienen sentido en la misión espiritual..........

    gracias por tan oportuna investigación..............

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    1. Gracias, hermano Jaíro, por tus palabras. La verdad es que he dudado en publicar esta entrada porque no quería ofender a nadie que estuviera implicado en esta asociación, pero la veía necesaria. Un abrazo fraternal.

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  2. ¿Puede el amor convertirse en algo institucional? Claro que no. Las instituciones se tornan siempre rígidas, se afirman a través de normas que imponen a sus miembros de una manera u otra y marcan barreras que los separan del resto. La verdad viva no puede crecer sino libremente. El amor corre riesgo de morir bajo títulos y discusiones. En el reino del Padre podemos compartir como hermanos, podemos tener más acercamiento a algunos con quienes compartimos más cosas, pero no podemos pretender marchar todos al mismo paso ni escuchar todos de la misma forma la verdad que brota del mensaje liberador, ni palpitar con idéntica emoción ante el esplendor de la belleza... trabajemos solos o en grupos pero no impongamos nada a ninguno de los hijos del Padre que quiere compartir con nosotros.

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  3. Hay mucha verdad en tus palabras, querida Margarita.

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