LA REBELIÓN DE LUCIFER DE
JJ BENÍTEZ EN PDF.
TREMENDO Y MAL PLAGIO A
LA VEZ --todos los errores de la traducción están ahí--. No he visto que en su
portada le dé crédito alguno al libro de Urantia. Ahí lo tenéis para echarle un
vistazo y juzgar por vosotros mismos:
La rebelión de Lucifer de
JJ Benítez en publicó inicialmente en 1985; en ese momento aún no se había
publicado la traducción al español (1993), pero sí la edición en francés de
Jacques Weiss (1962), de ahí tradujo y
copió, y le puso una estructura narrativa. Los expertos piensan que no se hizo una buena traducción, como se
demuestra también por los pasajes literalmente copiados.
Esto dice de Dios y un
gran etcétera: ¿Os suena de algo?
Copiar y pegar, qué facil...
Gloria hizo un movimiento
negativo con la cabeza.
FIN DEL PASAJE
DEL LIBRO DE URANTIA: [LA DEFICIENTE TRADUCCIÓN LATINA]
4.6)
0:2.12 1.
Dios
el Padre: Creador, Controlador y Sostenedor. El Padre Universal, la
Primera Persona de la Deidad.
(4.7)
0:2.13 2.
Dios
el Hijo: Creador Coordinado, Controlador de Espíritu y Administrador
Espiritual. El Hijo Eterno, la Segunda Persona de la Deidad.
(4.8)
0:2.14 3.
Dios
el Espíritu: el Actor Conjunto, Integrador Universal y Dotador de Mente.
El Espíritu Infinito, la Tercera Persona de la Deidad.
(4.9)
0:2.15 4.
Dios
el Supremo: el Dios del tiempo y del espacio en autoactualización y en
autoevolución. La Deidad Personal que se realiza en forma asociativa mediante
el logro experiencial espacio-temporal de la identidad de la criatura-Creador.
El Ser Supremo está experimentando personalmente el logro de la unidad de la
Deidad como el Dios, evolutivo y experiencial de las criaturas evolucionarias
del tiempo y del espacio.
(4.10)
0:2.16 5.
Dios
el Séptuple: la personalidad de la Deidad dondequiera que ésta funcione
realmente en el tiempo y en el espacio. Las Deidades personales Paradisiacas y
sus asociados creativos que funcionan dentro de los límites del universo
central y más allá de estos y que están poder-personalizándose como el Ser
Supremo en el primer nivel de las criaturas de revelación de la Deidad
unificante en el tiempo y en el espacio. Este nivel, el gran universo, es la
esfera del descenso espacio-temporal de las personalidades paradisiacas en
asociación recíproca con la ascensión espaciotemporal de las criaturas
evolucionarias.
(4.11)
0:2.17 6.
Dios
el Último: el Dios que eventúa del supertiempo y del espacio trascendido.
El segundo nivel experiencial de la manifestación de la Deidad unificante. Dios
el Último implica la realización lograda de los valores
absonito-superpersonales sintetizados, trascendidos el tiempo y el espacio y
eventuado-experienciales, coordinados en los niveles creativos finales de la
realidad de la Deidad.
(4.12)
0:2.18 7.
Dios
el Absoluto: el Dios experiencializante de los valores superpersonales y
los significados de divinidad trascendidos, que presentemente es existencial
como el
Absoluto de Deidad. Este es el tercer nivel de la expresión y
expansión de Deidad unificante. En este nivel supercreativo, la Deidad
experimenta el agotamiento del potencial personalizable, encuentra el
cumplimiento de la divinidad y sufre la terminación de la capacidad de
autorrevelación a sucesivos y progresivos niveles de personalización en algo
otro. Ahora la Deidad se encuentra con el
Absoluto No Cualificado, se
inmiscuye en él y experimenta la identidad con éste.
++++++++
Y no sé si os suena el Manifiesto de Lucifer del libro, pues esto es lo que escribe Benítez tomado una vez más de la peor de las traducciones del libro de Urantia:
PASAJE:
Y hace 200 000 años,
durante el cónclave anual de Satania, en
presencia de las
multitudes reunidas en Jerusem, Satán
(ganado para su causa por
Lucifer) dio a conocer la llamada
Declaración luciferiana
de Libertad o Manifiesto de la Libertad,
que comprendía los
siguientes puntos:
Primero: la realidad del
Padre Universal.
Lucifer pretendía que el
Padre Universal no existía y que la
gravedad física y la
energía espacial eran inherentes al universo.
El Padre (decía el
Manifiesto) era un mito, inventado por los
Hijos del Paraíso para
permitirles mantener su poder sobre
todos los universos.
Negaba también que la personalidad fuera
un don del Padre
Universal, insinuando que existía un complot
con los Hijos del Paraíso
para introducir un gigantesco fraude
en toda la creación. Esta
afirmación se basaba en el hecho
(según Lucifer) de que no
existía una idea clara de la naturaleza
y personalidad reales del
Padre. La acusación fue categórica.
Segundo: el gobierno
universal de Micael, el Hijo Creador.
Lucifer sostenía en su
Manifiesto de la Libertad que los sistemas
locales de planetas
deberían ser autónomos, protestando contra
el derecho de Micael a
asumir la soberanía de Nebadon en
nombre del hipotético
Padre Universal Paradisíaco. Consideró
que todo este plan de
culto era sólo una estratagema para servir
la ambición de los Hijos
del Paraíso. Sin embargo, admitió
también a Micael (vuestro
Jesús de Nazaret) como su Padre-
Creador, aunque no como
su Dios y legítimo jefe. Atacó
violentamente el derecho
de los Ancianos de los Días,
calificándolos de
potentados extranjeros y acusándolos de
entrometerse en los
asuntos propios de los sistemas locales y
universales. Los llamó
tiranos y usurpadores, instigando a sus
partidarios a considerar
que los mencionados Ancianos de los
Días nada podían hacer
para interferir en el lógico proceso de
autonomía de los
respectivos sistemas planetarios, siempre y
cuando los humanos y los
ángeles tuvieran el valor de reafirmar
y reclamar sus derechos.
Asimismo pretendió impedir a los
agentes ejecutivos de los
Ancianos de los Días que actuaran en
aquellos sistemas locales
en los que los mortales pudieran
reivindicar su
independencia. En cuanto a la inmortalidad,
sostenía que era
inherente a las personalidades del sistema y
que la resurrección era
igualmente natural y automática. Ni un
solo mortal (aseguró) se
verá privado de la vida eterna por el
mero capricho de los
Ancianos de los Días.
Tercero: el ataque al
plan universal de educación de los
mortales ascendentes.
Lucifer sostenía en este
último apartado de su Manifiesto de la
Libertad que el tiempo
consumido en la instrucción de los
mortales o humanos
evolucionarios en los principios de la
administración universal
era excesivo, con un gasto
desproporcionado de
energía. Calificó estos principios como
inmorales y nefastos. Y
protestó igualmente contra el programa
que obligaba a preparar a
los mortales del espacio durante
largas edades, para un
destino tan desconocido como ficticio.
Señalando a los
finalistas residentes en Jerusem, anunció que
aquellos no habían
encontrado otro destino más glorioso que el
de ser devueltos a
humildes planetas semejantes al de su
origen. Sugirió que
hablan sido corrompidos por un exceso de
disciplina y por un
entrenamiento prolongado, acusándolos de
traición a sus hermanos,
los humanos, por prestarse a cooperar
en aquel plan, que seguía
manteniendo el mito de los
ascendentes hacia un
Padre inexistente.
Por último, desafió y
condenó todo el plan de ascensión de los
mortales hacia la Isla
Eterna del Paraíso.
FIN DEL PASAJE
LIBRO DE URANTIA:
(603.2)
53:3.1 Cualesquiera
hayan sido los orígenes primeros de la desazón en los corazones de Lucifer y
Satanás, la explosión final tomó la forma de la Declaración Luciferina de
Libertad. La causa de los rebeldes se expresó bajo tres encabezamientos:
(603.3)
53:3.2 1.
La
realidad del Padre Universal. Lucifer alegaba que el Padre Universal en
realidad no existía, que la gravedad física y la energía espacial eran
inherentes al universo, y que el Padre era un mito inventado por los Hijos
Paradisiacos con el objeto de retener el gobierno de los universos en el nombre
del Padre. Negó que la personalidad fuera un don del Padre Universal. Aun
sugirió que los finalistas estaban en confabulación con los Hijos Paradisiacos
para imponer el fraude sobre toda la creación, puesto que nunca volvían trayendo
una idea muy clara de la personalidad auténtica del Padre tal como se la
discierne en el Paraíso. Confundió reverencia por ignorancia. La acusación era
enorme, terrible, y blasfema. Fue este ataque velado contra los finalistas el
que sin duda influyó sobre los ciudadanos ascendentes por entonces en Jerusem
para que éstos permanecieran firmes y se mantuvieran constantes en su
resistencia a todas las propuestas rebeldes.
(603.4)
53:3.3 2.
El
gobierno universal del Hijo Creador —Micael. Lucifer sostenía que los
sistemas locales debían de ser autónomos. Protestó contra el derecho de Micael,
el Hijo Creador, a la soberanía de Nebadon en nombre de un hipotético Padre
Paradisiaco y la exigencia de que todas las personalidades reconocieran su
lealtad a este Padre invisible. Afirmó que el entero plan de adoración era un
esquema sagaz para agrandar a los Hijos Paradisiacos. Estaba dispuesto a
reconocer a Micael como su Padre Creador, pero no como su Dios y gobernante
legítimo.
(603.5)
53:3.4 Atacó
con gran amargura el derecho de los Ancianos de los Días —«potentados
extranjeros»— de interferir en los asuntos de los sistemas y universos locales.
Denunció estos gobernantes como tiranos y usurpadores. Exhortó a sus seguidores
a que creyeran que ninguno de estos gobernantes podía hacer nada para
interferir en la operación de la autonomía completa si los hombres y los
ángeles tenían el valor de afirmarse a sí mismos y reclamar atrevidamente sus
derechos.
(603.6)
53:3.5 Sostenía
que se podía impedir a los ejecutores de los Ancianos de los Días actuar en los
sistemas locales si los seres nativos se atrevían a afirmar su propia
independencia. Mantenía que la inmortalidad era inherente en las personalidades
del sistema, que la resurrección era natural y automática, y que todos los
seres vivirían eternamente salvo cuando se lo impidiesen acciones arbitrarias e
injustas de los ejecutantes de los Ancianos de los Días.
(604.1)
53:3.6 3.
El
ataque contra el plan universal de capacitación de los mortales ascendentes.
Lucifer sostenía que se gastaba demasiado tiempo y energía en el esquema de
capacitar en forma tan completa a los mortales ascendentes sobre los principios
de la administración del universo, principios que según él, eran poco éticos
pero irracionales. Protestó contra el programa que duraba una entera edad de
preparación de los mortales del espacio para un destino desconocido y señaló la
presencia del cuerpo de los finalistas en Jerusem como prueba de que estos
mortales habían pasado edades preparándose para un destino de pura ficción.
Burlonamente señaló que los finalistas habían encontrado un destino no más
glorioso que el de volver a las humildes esferas similares a las de su propio
origen. Sugirió que demasiada disciplina y capacitación prolongada les habían
corrompido y que en realidad eran traidores de sus semejantes mortales puesto
que ahora cooperaban en un esquema de esclavización de la creación entera a las
ficciones de un mítico destino eterno para los mortales ascendentes. Advocó que
los ascendenteros debían disfrutar de la libertad de autodeterminación
individual. Desafió y condenó el entero plan de ascensión mortal tal como
estaba patrocinado por los Hijos de Dios Paradisiacos y apoyado por el Espíritu
Infinito.
(604.2) 53:3.7 Y
fue con una Declaración de Libertad de este tipo que Lucifer lanzó su orgía de
oscuridad y muerte.