martes, 22 de abril de 2014

ESCRITO 54: ¿"LIBERTAD JUSTA"? SUENA RARO


[Trad. latina]

¿mejor "libertad legítima"? [opción de la trad. sevillana]

615,2 Ningún ser en todo el universo tiene la libertad justa de privar a otro ser de la verdadera libertad, el derecho de amar y ser amado, el privilegio de adorar a Dios y de servir a sus semejantes.

(615.2) 54:2.5 No being in all the universe has the rightful liberty to deprive any other being of true liberty, the right to love and be loved, the privilege of worshiping God and of serving his fellows.

lunes, 21 de abril de 2014

ESCRITO 54: "'DESTRUIR' A SUS PROPIOS HIJOS" SUGERENCIA


[Ambas traducciones]

Sin duda suena duro eso de "destruir" (traducción literal de "destroy") y parece que no va con la actitud de Miguel.

(616.1) 54:4.2 Los padres, aquellos que han tenido y criado hijos, son capaces de comprender mejor por qué Miguel, un Creador-padre, puede ser lento en condenar y destruir a sus propios Hijos. La historia del hijo pródigo narrada por Jesús ilustra muy bien la manera en que un padre amoroso puede esperar mucho tiempo el arrepentimiento de su hijo equivocado.

Si vemos el diccionario RAE el verbo destruir, tenemos:


destruir.
(Del lat. destruĕre).
1. tr. Reducir a pedazos o a cenizas algo material u ocasionarle un grave daño. U. t. c. prnl.
2. tr. Deshacer, inutilizar algo no material. Destruir un argumento, un proyecto.
3. tr. Malgastar, malbaratar la hacienda.
4. tr. p. us. Quitar a alguien los medios con que se mantenía, o estorbarle que los adquiera.

5. prnl. Mat. Dicho de dos cantidades iguales y de signo contrario: Anularse mutuamente.

La acepción sería la primera y tiene un sentido material que no se ajusta a lo que entendemos que el texto quiere decir, que sabemos que es la no existencia/cese de existencia/ disolución, etc.,   con lo que ello conlleva claro. Veamos este párrafo;


37,1 Se suele decretar el cese de la existencia en el juicio de una  dispensación o de una era del mundo o de los mundos. En mundos como los de Urantia, esto sucede al final de una dispensación planetaria. Es posible decretar el cese de la existencia en momentos así mediante la acción en paridad de todos los tribunales de jurisdicción, que se extiende en dirección ascendente desde el consejo planetario, pasando por los tribunales del hijo creador, hasta los órganos judiciales de los ancianos de días. El mandato de disolución se origina en los tribunales superiores del universo global, tras confirmarse intacta la acusación que se origina en la esfera, lugar donde reside el transgresor; y, entonces, una vez se ha confirmado en las alturas la sentencia de extinción, esta se ejecuta mediante la actuación directa de aquellos jueces que residen y operan en las sedes centrales del universo global.

¿Pero qué término podemos usar?

Veamos "destroy" en inglés:


1. To ruin completely; spoil: The ancient manuscripts were destroyed by fire.
2. To tear down or break up; demolish. See Synonyms at ruin.
3. To do away with; put an end to: "In crowded populations, poverty destroys the possibility of cleanliness" (George Bernard Shaw).
4. To kill: destroy a rabid dog.
5. To subdue or defeat completely; crush: The rebel forces were destroyed in battle.

6. To render useless or ineffective: destroyed the testimony of the prosecution's chief witness.

Observamos que la acepción 3 , sin aplicabilidad material, puede dar la clave para usar otro verbo más acorde: "to put an end to" : poner fin a (sus hijos). ¿Mejor? Otra sugerencia más...   

(616.1) 54:4.2 Parents, those who have borne and reared children, are better able to understand why Michael, a Creator-father, might be slow to condemn and destroy his own Sons. Jesus’ story of the prodigal son well illustrates how a loving father can long wait for the repentance of an erring child.

domingo, 20 de abril de 2014

ESCRITO 54 ¿"ANIQUILACIÓN"? ALGUNA SUGERENCIA



El término "annihilate" y sus derivados se repiten 15 veces en el libro, y se ha traducido de forma literal como "aniquilar" in advertir sus connotaciones actuales:

(36.7) 2:3.2 ¡Cuán fútil hacer apelaciones pueriles a semejante Dios para modificar sus inmutables decretos de manera que podamos evitar las consecuencias justas de la operación de sus sabias leyes naturales y sus rectos mandatos espirituales! «No os engañéis; no es posible mofarse de Dios, porque lo que el hombre siembra, eso también segará». Pero es verdad que, aun al cosechar con justicia el fruto de las maldades, esta justicia divina siempre está atemperada por la misericordia. La sabiduría infinita es el eterno árbitro que determina las proporciones de justicia y misericordia que se repartirán en cualquier circunstancia dada. El mayor castigo (en realidad una inevitable consecuencia) de la maldad y la rebelión deliberada contra el gobierno de Dios es la pérdida de la existencia como súbdito individual de ese gobierno. El resultado final del pecado a sabiendas es la aniquilación (annihilation). En último análisis, tales individuos identificados con el pecado se destruyen a sí mismos al tornarse completamente irreales por su identificación con la iniquidad. Sin embargo, la desaparición de hecho de tales criaturas siempre se posterga hasta que se haya cumplido plenamente con los requisitos vigentes de la justicia en ese universo.

Pero a traducir literalmente "annihilation"  por "aniquilación", a pesar de que comprendamos lo que quiera decir, nos quedamos con una desagradable imagen, producto de acontecimientos históricos muy cercanos y de la crueldad y la barbarie de ciertos pueblos e individuos. Pongamos este ejemplo:

"Durante los seis años que duró la guerra fueron exterminados por los nazis 6.000.000 de judíos, incluyendo un millón y medio de niños; cerca de un tercio de la población judía mundial en ese momento. Esta deliberada aniquilación de judíos, llevada a cabo con escalofriante eficiencia, fue mucho más que un acto de genocidio. Se trató de algo único en su escala, administración e implementación. Intentó destruir a un pueblo entero donde quiera que se hallara. Por estos motivos se le dio un nombre especial: el Holocausto."

Aniquilación ha adquirido una connotación de exterminio, de algo cruento, cruel, poco aplicable a las acciones de los seres celestiales . Sin embargo lo que el texto dice es que estos rebeldes dejan de existir, de ser, como dice el siguiente texto en inglés.

(615.4) 54:3.2 Although conscious and wholehearted identification with evil (sin) is the equivalent of nonexistence (annihilation), there must always intervene between the time of such personal identification with sin and the execution of the penalty — the automatic result of such a willful embrace of evil — a period of time of sufficient length to allow for such an adjudication of such an individual’s universe status as will prove entirely satisfactory to all related universe personalities, and which will be so fair and just as to win the approval of the sinner himself.

Creo, pues, que habría que encontrar un término que expresara esto tratando de dejar atrás la connotación que hoy en día tiene "aniquilar". Y Si nos atenemos al significado de "annihilation" en inglés, en su sentido etimológico --el que al parecer están usando los reveladores, vemos: 

Annihilation is defined as "total destruction" or "complete obliteration" of an object;having its root in the Latin nihil (nothing). A literal translation is "to make into nothing".

"To make into nothing [convertir en nada (nihil)] sería su sentido etimológico. Este es sin duda el significado que los reveladores le dan al término.

Veamos este análisis también:

 annihilate (v.) Look up annihilate at Dictionary.com


1520s, from an obsolete adjective meaning "reduced to nothing" (late 14c.), originally the past participle of a verb, anihil, from Old French annichiler (14c.), from Late Latin annihilare "to reduce to nothing," from Latin ad- "to" (see ad-) + nihil "nothing" (see nil). Related: Annihilatedannihilating

"reduce to nothing" = "reducir a la nada", que coincide con el español "aniquilar":

aniquilar.
(Del b. lat. annichilare).
1. tr. Reducir a la nadaU. t. c. prnl.
2. tr. Destruir o arruinar enteramente. U. t. c. prnl.
3. tr. Hacer perder el ánimo.
4. tr. Extenuar, agotar.
5. prnl. Dicho de una cosa, como la salud o la hacienda: Deteriorarse mucho.
6. prnl. Fís. Dicho de una partícula elemental: Reaccionar con su antipartícula, de forma que desaparecen ambas para convertirse en radiación electromagnética.
7. prnl. desus. Anonadarse, humillarse.


"Reducir a la nada" .....  [hacer que deje de existir] podría indicar perfectamente lo que se quiere decir por "annihilate", o incluso "total obliteración". Con ello la terrible connotación adquirida por el término "aniquilar" se evitaría.

Realmente, "obliteración"(obliteration) es un sinónimo usado en el libro por "annhilation":

(529.3) 46:8.4 There will come an end for rebels and rebellion. The Supreme Rulers are merciful and patient, but the law of deliberately nourished evil is universally and unerringly executed. “The wages of sin is death” — eternal obliteration.

529,3 Llegará el fin para los rebeldes y la rebelión. Los gobernantes supremos son misericordiosos y pacientes, pero la ley en relación al mal deliberado se ejecuta de modo universal e infalible. “La paga del pecado es muerte” obliteración eterna.

Ver conjugación obliterar.
(Del lat. oblitterāre, olvidar, borrar).
1. tr. Anular, tachar, borrar.

Extinción también se podría usar.
Hay casos claros en los que "annihilation" no se puede traducir por "aniquilación":

463,4 1. La completa destrucción de los átomos y, finalmente, de los electrones.

(463.4) 41:7.4 1. Annihilation of atoms and, eventually, of electrons.

Pero bueno son sugerencias.... el que quiere las tomas y el que no las deja

sábado, 19 de abril de 2014

ESCRITO 54: "TIME LAG": ¿ DEMORA TEMPORAL?


[Trad. latina]

"Time lag" es ya "demora". No es necesario añadir "temporal"

 time lag - time during which some action is awaited

3. LA DEMORA [TEMPORAL] DE LA JUSTICIA


615,3 Las criaturas volitivas morales de los mundos evolutivos siempre se han preocupado por la pregunta irreflexiva de por qué los Creadores omnisapientes permiten el mal y el pecado. No comprenden que ambos son inevitables si la criatura ha de ser verdaderamente libre. El libre albedrío del hombre en evolución o del ángel exquisito no es un mero concepto filosófico, un ideal simbólico. La habilidad del hombre para elegir el bien y el mal es una realidad del universo. Esta libertad de elegir por sí mismo es una dote de los Gobernantes Supremos, y ellos no permitirán que ningún ser o grupo de seres prive a una soel ser personal en el vasto universo de esta libertad de concesión divina —ni siquiera para satisfacer a estos seres desviados e ignorantes en el disfrutar de esta mal llamada libertad personal—.

ESCRITO 54: "ÁNGELES EXQUISITOS" ¿ÁNGELES DE CARAMELO?


[Ambas traducciones]

Es chocante, al menos a mí me lo parece, usar el adjetivo "exquisito" en este contexto aplicado a los ángeles. No es la única vez en ambos textos que se usa esta traducción literal.  En inglés "exquisite" tiene un significado mucho más amplio que en español. Veamos primero la definición que hace la RAE:

exquisito, ta.
(Del lat. exquisītus).
1. adj. De singular y extraordinaria calidad, primor o gusto en su especie.

Vemos que estamos hablando de características generales de los ángeles por lo que esta acepción no parece muy aceptable. Veamos el inglés ahora:

1. Characterized by intricate and beautiful design or execution: an exquisite chalice.
2. Of such beauty or delicacy as to arouse intense delight: an exquisite sunset.See Synonyms at delicate.
3. Excellent; flawless: plays the piano with exquisite technique.
4. Acutely perceptive or discriminating: "Blind dolphins have been known to survive in the wild, guided by exquisite acoustic images of their prey" (Kenneth Browser).
5. Intense; keen: suffered exquisite pain.
6. Obsolete Ingeniously devised or thought out.
n.
One who is excessively fastidious in dress, manners, or taste.

Algunos sinónimos son: adj beautiful, excellent, finely detailed, esplendid, delicate

Y, ¿no encontráis extraña la última oración que he subrayado?

(615.3) 54:3.1 Las criaturas volitivas morales de los mundos evolutivos siempre están preocupadas por la pregunta irreflexiva de saber por qué los Creadores omnisapientes permiten el mal y el pecado. No logran comprender que los dos son inevitables si la criatura ha de ser realmente libre. El libre albedrío de los hombres evolutivos o de los ángeles exquisitos no es un simple concepto filosófico, un ideal simbólico. La capacidad del hombre para elegir el bien o el mal es una realidad en el universo. Esta libertad de elegir por sí mismo es un don de los Gobernantes Supremos, y éstos no permitirán que ningún ser o grupo de seres prive a una sola personalidad del inmenso universo de esta libertad divinamente concedida — ni siquiera para satisfacer a aquellos seres descaminados e ignorantes en el disfrute de esta mal llamada libertad personal.

Está descartado que no iban a satisfacer a estos seres... parece que esta oración significa algo diferente. 


(615.3) 54:3.1 The moral will creatures of the evolutionary worlds are always bothered with the unthinking question as to why the all-wise Creators permit evil and sin. They fail to comprehend that both are inevitable if the creature is to be truly free. The free will of evolving man or exquisite angel is not a mere philosophic concept, a symbolic ideal. Man’s ability to choose good or evil is a universe reality. This liberty to choose for oneself is an endowment of the Supreme Rulers, and they will not permit any being or group of beings to deprive a single personality in the wide universe of this divinely bestowed liberty — not even to satisfy such misguided and ignorant beings in the enjoyment of this misnamed personal liberty.

jueves, 17 de abril de 2014

ARTÍCULO: FEEBLE-MINDED, IDIOCY, IMBECILITY ¿QUÉ SIGNIFICAN?


Feeble-minded

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The term feeble-minded was used from the late nineteenth century in Great Britain, Europe and the United States referring to various forms of disorders later referred to as "illnesses or 'deficiencies' of the mind."
At the time, mental deficiency was an umbrella term, which encompassed all degrees of educational and social deficiency. Within the concept of mental deficiency, researchers established a hierarchy, ranging from idiocy, at the most severe end of the scale; to imbecility, at the median point; and to feeble-mindedness at the highest end of functioning. The latter was conceived of as a form of high-grade mental deficiency.[1]
The development of the ranking system of mental deficiency has been attributed to Sir Charles Trevelyan in 1876, and was associated with the rise of eugenics.[2] The term and hierarchy had been used in that sense at least ten years previously.[3] "Wild card" terms outside the established hierarchy such as idiot savant, may have been used as connotations for varying degrees of autism.[citation needed]


History[edit]

The earliest recorded use of the term in the English language dates from 1534, when it appears in one of the first English translations of the New Testament. A biblical injunction to "Comforte the feble mynded" is included in 1 Thessalonians 5:14.[4]
A London Times editorial of November 1834 describes the long-serving former Prime Minister Lord Liverpool as a "feeble-minded pedant of office".[5]

Definition[edit]

The British government's Royal Commission on the Care and Control of the Feeble-Minded (1904–1908), in its Report in 1908 defined the feeble-minded as:
persons who may be capable of earning a living under favourable circumstances, but are incapable from mental defect, existing from birth or from an early age: (1) of competing on equal terms with their normal fellows, or (2) of managing themselves and their affairs with ordinary prudence.[3]
Despite being pejorative, in its day the term was considered, along with idiot, imbecile, and moron, to be a relatively precise psychiatric classification.
The American psychologist Henry H. Goddard, who coined the term moron, was the director of the Vineland Training School (originally the Vineland Training School for Backward and Feeble-minded Children) at Vineland, New Jersey. Goddard was known for strongly postulating that "feeble-mindedness" was a hereditary trait, most likely caused by a single recessive gene. Goddard rang the eugenic "alarm bells" in his 1912 work, The Kallikak Family: A Study in the Heredity of Feeble-Mindedness, about those in the population who carried the recessive trait despite outward appearances of normality.
In the first half of the 20th century, a diagnosis of "feeble-mindedness, in any of its grades" was a common criterion for many states in the United States, which embraced eugenics as a progressive measure, to mandate the compulsory sterilization of such patients. In the 1927 US Supreme Court case Buck v. Bell, Justice Oliver Wendell Holmes closed the 8-1 majority opinion upholding the sterilization of Carrie Buck, with the phrase, "Three generations of imbeciles are enough."[citation needed] Buck, her mother and daughter were all classified as feeble-minded.

Representation in other media[edit]

Jack London published a short story, "Told in the Drooling Ward" (1914), which describes inmates at a California institution for the "feeble-minded." He narrates the story from the point of view of a self-styled "high-grade feeb". The California Home for the Care and Training of Feeble-minded Children, now the Sonoma Developmental Center, was located near the Jack London Ranch in Glen Ellen, California.

See also[edit]

References[edit]

  1. Jump up ^ Jackson, Mark (1 December 1998). "'It begins with the goos and ends with the goose': medical, legal, and lay understandings of imbecility in Ingram v Wyatt, 1824–1832". Social History of Medicine 11 (3): 364. doi:10.1093/shm/11.3.361.
  2. Jump up ^ Thomson, Mathew (1998). The Problem of Mental Deficiency : Eugenics, Democracy and Social Policy in Britain, c. 1870–1959 (Repr. ed.). Oxford: Clarendon. p. 14. ISBN 0-19-820692-5.
  3. ^ Jump up to: a b Bartley, Paula (2000). Prostitution prevention and reform in England, 1860–1914. London: Routledge. p. 121. ISBN 0-203-45303-4.
  4. Jump up ^ Bible (1534). William Tyndale (trans.); George Joye (revised). Thessalonians 1:14. Quoted in: "feeble, adj. and n.". OED Online. November 2010. Oxford University Press. 16 March 2011 <http://www.oed.com/viewdictionaryentry/Entry/68950>.
  5. Jump up ^ The Times, 8 November 1834; "A precious exposure of the dignity and integrity of Statesmen is about to be made this day by Mr. EVANS"



http://en.wikipedia.org/wiki/Feeble-minded

martes, 15 de abril de 2014

ESCRITO 54: "SELF-WILLED" NO ES "VOLITIVA"



Self-willed no es "volitiva". Aquí tenemos un diccionario de inglés-español:
WordReference English-Spanish Dictionary © 2014:
Principal Translations
self-willed adj(determined)tenaz, pertinaz adj

En Reverso: terco

También han omitido "merciful" (misericordioso):

614,4 ¡Cómo se atreve la criatura volitiva a entrometerse en los derechos de sus semejantes en nombre de la libertad personal cuando los Gobernantes Supremos del universo se colocan respetuosamente al margen de esas prerrogativas de voluntad y potenciales de ser personal! No tiene ningún ser, en el ejercicio de su supuesta libertad personal, el derecho de privar a otro ser de los privilegios de la existencia otorgados por los Creadores y debidamente respetados por todos sus leales colaboradores, subordinados y sujetos.


(614.4) 54:1.9 How dare the self-willed creature encroach upon the rights of his fellows in the name of personal liberty when the Supreme Rulers of the universe stand back in merciful respect for these prerogatives of will and potentials of personality! No being, in the exercise of his supposed personal liberty, has a right to deprive any other being of those privileges of existence conferred by the Creators and duly respected by all their loyal associates, subordinates, and subjects.

lunes, 14 de abril de 2014

GENERAL: "FAIRNESS" = ALGUNA INCONGRUENCIA EN SU TRADUCCIÓN



En el original inglés, se marca la diferencia entre "fairness" ("ecuanimidad" sería para mí la mejor traducción) y "justice" (justicia). Esto se observa en el párrafo siguiente, en el que además se define "fairness" "como la "justicia en armonía con la misericordia". Ya esto haría descartar la traducción de "fairness" por "justicia". 

En este primer párrafo y en algunos otros casos se ha traducido como "equidad", un sinónimo de ecuanimidad; sin embargo, no se ha sido consistente y se ha traducido a veces como "justicia". Y aunque es cierto que "fairness" pueda traducirse en ocasiones así, anula la diferenciación que los reveladores trataban de hacer. El sustantivo "justicia" tiene la acepción de "equidad" también, pero puede confundirse con "poder judicial".  También a la hora de hacer una búsqueda al iniciar un estudio, puede inducir a la confusión.

Veamos uno de los casos en los que se ha traducido por "equidad":

 (114.4) 10:6.3 La prueba, la base de la equidad [fairness] (la justicia en armonía con la misericordia), es suministrada por las personalidades de la Tercera Fuente y Centro, el representante conjunto del Padre y del Hijo en todos los dominios y para la mente de todos de los seres inteligentes de toda la creación.

Pero aquí algunos de los otros: "justicia", que, aunque no del todo incorrecto, se pierde la distinción que hacen los reveladores. Aquí se ha debido hacer porque "equidad" (equity) está en la misma oración:

(613.5) 54:1.3 La libertad es una técnica autodestructora de la existencia cósmica cuando su motivación no es inteligente, es incondicionada, e incontrolada. La verdadera libertad está progresivamente relacionada con la realidad y es por siempre respetuosa de la equidad social, la justicia (fairness) cósmica, la fraternidad universal, y las obligaciones divinas.

(613.6) 54:1.4 La libertad es suicidio cuando se divorcia de la justicia [fairness] material, la rectitud intelectual, la paciencia social, el deber moral, y los valores espirituales. La libertad no existe fuera de la realidad cósmica, y toda realidad de la personalidad es proporcional a sus relaciones con la divinidad.

(614.3) 54:1.8 No hay error más grande que ese tipo de autodecepción que conduce a los seres inteligentes a anhelar el ejercicio del poderío por sobre otros seres con el propósito de privar a estas personas de sus libertades naturales. La regla de oro de la justicia [fairness] humana se subleva contra todos estos fraudes, injusticias, egoísmos y falta de rectitud. Tan sólo la libertad verdadera y genuina es compatible con el reino del amor y con el ministerio de la misericordia.


INGLÉS

(114.4) 10:6.3 Evidence, the basis of fairness (justice in harmony with mercy), is supplied by the personalities of the Third Source and Center, the conjoint representative of the Father and the Son to all realms and to the minds of the intelligent beings of all creation.


(613.5) 54:1.3 Liberty is a self-destroying technique of cosmic existence when its motivation is unintelligent, unconditioned, and uncontrolled. True liberty is progressively related to reality and is ever regardful of social equity, cosmic fairness, universe fraternity, and divine obligations.


(613.6) 54:1.4 Liberty is suicidal when divorced from material justice, intellectual fairness, social forbearance, moral duty, and spiritual values. Liberty is nonexistent apart from cosmic reality, and all personality reality is proportional to its divinity relationships.

(614.3) 54:1.8 There is no error greater than that species of self-deception which leads intelligent beings to crave the exercise of power over other beings for the purpose of depriving these persons of their natural liberties. The golden rule of human fairness cries out against all such fraud, unfairness, selfishness, and unrighteousness. Only true and genuine liberty is compatible with the reign of love and the ministry of mercy.

domingo, 13 de abril de 2014

ESCRITO 54: "LICENCIA" NO ES LA TRADUCCIÓN DE "LICENSE" AQUÍ




[Trad. europea]

"License" no se puede traducir en este contexto como "licencia". Aquí significa:

  a. Lack of due restraint; excessive freedom: "When liberty becomes license, dictatorship is near" (Will Durant).

b. Heedlessness for the precepts of proper behavior; licentiousness.

Mejor traducirlo por "libertinaje", como en la trad. latinoamericana.

Tampoco se ha partido mucho la cabeza el traductor buscando imágenes más apropiadas: "disfrazada con los vestidos de la libertad"

(613.7) 54:1.5 La voluntad personal sin frenos y la expresión desordenada del yo equivalen a un egoísmo total, al súmmum de la impiedad. La libertad, sin una conquista asociada y cada vez mayor del yo, es un producto de la imaginación humana egoísta. La libertad motivada por el yo es una ilusión conceptual, un cruel engaño. La licencia disfrazada con los vestidos de la libertad es la precursora de una esclavitud abyecta.


(613.7) 54:1.5 Unbridled self-will and unregulated self-expression equal unmitigated selfishness, the acme of ungodliness. Liberty without the associated and ever-increasing conquest of self is a figment of egoistic mortal imagination. Self-motivated liberty is a conceptual illusion, a cruel deception. License masquerading in the garments of liberty is the forerunner of abject bondage.

sábado, 12 de abril de 2014

ESCRITO 54: IMAGINACIÓN MORTAL EGOÍSTA, MANTO DE LIBERTAD, SOCIA, ETC.




¡Qué poco se han esmerado los traductores de la traducción latina en estos párrafos del escrito 54, tan increíblemente profundos y que demuestran que estamos ante una verdadera revelación! ¡Qué pena que no se tomen medidas y que algunos la defiendan a ultranza!  

Solo hay que leer para darse cuenta de la absoluta falta de naturalidad, de belleza del lenguaje. Son muchos los párrafos. He elegido estos dos al boleo. Señalo algunas cosas...


(613.7) 54:1.5 La autovoluntad sin frenos y la autoexpresión no regulada se igualan al egoísmo sin mitigación, la ausencia máxima de santidad. La libertad sin una conquista asociada y creciente del yo es una invención de la imaginación mortal egoísta. La libertad automotivada es una ilusión conceptual, una cruel decepción [mejor "engaño"]. El libertinaje que se enmascara en el manto de la libertad es el precursor de la esclavitud abyecta.


(614.1) 54:1.6 La verdadera libertad es socia del genuino autorespeto; la falsa libertad es cónyuge de la autoadmiración. La verdadera libertad es el fruto del autocontrol; la falsa libertad, la suposición de la autoafirmación. El autocontrol lleva al servicio altruista; la autoadmiración tiende a la explotación de los demás para el engrandecimiento egoísta del individuo errado que está dispuesto a sacrificar el logro recto para tener poderío injusto sobre sus semejantes.


[Algo mejor la trad. sevillana]

viernes, 11 de abril de 2014

ESCRITO 54: NO ES LO MISMO "SABER ELEGIR" QUE "TENER LA CAPACIDAD DE ELEGIR"




Si se sabe elegir entre el bien y el mal, el mal potencial dejaría de existir. En inglés dice tener la capacidad de elegir, que no es lo mismo.

[Y ¿de dónde sale la palabra "temporo"?]

(613.2) 54:0.2 Los Dioses no crean el mal ni permiten el pecado y la rebelión. El potencial del mal es temporo-existente en un universo que comprende niveles diferenciales de sentidos y valores de perfección. El pecado es potencial en todos los reinos en los que los seres imperfectos tienen la dote de saber elegir entre el bien y el mal. La presencia conflictiva misma de la verdad y la no verdad, el hecho y la falsedad, constituye la potencialidad del error. La elección deliberada del mal constituye el pecado; el rechazo volitivo de la verdad es error; la búsqueda persistente del pecado y del error es iniquidad.

Igualmente, "potential evil" no es "el potencial del mal", sino "el mal potencial" o el "mal en potencia"

(613.2) 54:0.2 The Gods neither create evil nor permit sin and rebellion. Potential evil is time-existent in a universe embracing differential levels of perfection meanings and values. Sin is potential in all realms where imperfect beings are endowed with the ability to choose between good and evil. The very conflicting presence of truth and untruth, fact and falsehood, constitutes the potentiality of error. The deliberate choice of evil constitutes sin; the willful rejection of truth is error; the persistent pursuit of sin and error is iniquity.

[Bien en la trad. europea]

ARTÍCULO EXTERNO: EL DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL EN CÍRCULOS ECLESIALES


En la traducción para las Américas se ha traducido "spiritual insight" por "discernimiento espiritual" en lugar de por "percepción espiritual". [Ver entrada anterior.]

Pero, ¿qué se entiende por discernimiento espiritual, por ejemplo en círculos eclesiales? Fijaos que se trata de una elección, como su propio nombre indica. [Publicar este artículo aquí no significa que esté de acuerdo con todo lo que dice...]
DISCERNIMIENTO
SUMARIO: I. El discernimiento espiritual en el dinamismo de la experiencia cristiana: 1. El dinamismo de la existencia cristiana: 2. El discernimiento entre las tensiones y las ambigüedades de la existencia - 1I. El discernimiento espiritual en la Sagrada Escritura: 1. Actitud crítica del cristiano para avanzar por el camino de Dios; 2. Búsqueda de la autenticidad cristiana: 3. Criterios de discernimiento según san Pablo - lll. El discernimiento personal: 1. Relación dialéctica entre discernimiento personal y comunitario: 2. El itinerario del discernimiento personal según san Ignacio de Loyola - IV. El discernimiento comunitario: 1. En qué consiste: 2. Sus fundamentos, 3. Condiciones psicológico-espirituales: 4. Técnica del discernimiento comunitario.

1. El discernimiento espiritual
en el dinamismo de la experiencia cristiana
La instancia del discernimiento espiritual nace de la experiencia que el cristianismo realiza de su vida de fe en Cristo, en la Iglesia y en el mundo. La complejidad de las situaciones en que es llamado a vivir y obrar para llevar a cabo el plan de Dios respecto a sí mismo y a los demás, le imponen una atenta consideración de los impulsos y de las motivaciones que le inducen a determinadas opciones. Dios llama a cada hombre y a cada grupo de personas reunidas en su nombre con una vocación particular, que se inserta en el contexto de la misión que él confía al pueblo que se ha elegido. Lo que es bueno para uno no es bueno para otro, y lo que es mejor para uno no siempre lo es para otro. De ahí nace el problema: ¿Cómo reconocer los signos de Dios en una determinada situación y, sobre todo, frente a ciertas opciones?
1. DINAMISMO DE LA EXISTENCIA CRISTIANA - La existencia cristiana no es una realidad estática. Es vida y, como tal, posee todas las características de la vida. La vitalidad cristiana la experimentamos en nuestra vitalidad existencial, constituida por pensamientos, sentimientos, actividades, tendencias y relaciones con los demás, con las cosas, con el mundo y con la sociedad. La existencia cristiana tiene en nosotros su nacimiento y su desarrollo continuo. En el origen de esta nueva existencia, como enseña san Pablo (Rom 3,6.8), está la fe en Jesucristo, el bautismo y el don del Espíritu Santo: tres realidades que se integran recíprocamente y suscitan en nosotros una acción vivificadora y santificadora de Dios, el cual establece una relación dinámica con nuestra existencia, llamándola a la salvación. La tríada —fe, esperanza y caridad (1 Tes 1,2s: 5,8-10: 1 Cor 13,13: Col 1,4s)' constituye la dimensión fundamental en que la existencia cristiana se manifiesta, realiza y crece en nosotros. El bautismo, como "sacramento de la fe", expresa también en el plano sensible la muerte y la resurrección de Cristo con el simbolismo eficaz de su rito (Rom 6,3-11), hace participar con plena responsabilidad de la vida eclesial para formar un solo cuerpo en Cristo (1 Cor 12,13) y hace pasar de una existencia de tinieblas a una existencia de luz (Ef 5,8.14), que impone el paso de la muerte al pecado a la vida nueva en Cristo (Rom 6,11-12). Convertido en luz, el cristiano debe caminar como hijo de la luz. Esto le impone la tarea de discernir para percibir continuamente la voluntad de Dios (Ef 5.8.10.17). Ello lo consigue en la medida en que ha recibido el don del Espíritu, agente divino en él, principio dinámico y norma de su obrar (Rom 8). El Espíritu divino entabla con el espíritu humano un diálogo misterioso, que obliga al hombre a una continua confrontación para dar una respuesta dócil que lo lleve a un constante dinamismo de transformación interior y de renovación, capaz de permitir reconocer el sendero que traza Dios y seguirlo'. Por tanto, el discernimiento espiritual se impone como una constante de la vida del cristiano para pasar de la edad infantil de la fe a la del hombre perfecto o maduro' [ /'Madurez espiritual].
2. El. DISCERNIMIENTO ENTRE LAS TENSIONES LAS AMBIGÜEDADES DE LA EXISTENCIA - Así pues, para que la existencia cristiana pueda desarrollarse en su autenticidad, es necesario una continua confrontación entre los impulsos y la guía de Dios, que se revela en Cristo, en la Iglesia, y los tirones de los instintos humanos o de las potencias del mal, que son contrarias al Espíritu de Dios. No es fácil distinguir entre la acción del Espíritu de Dios, la del espíritu humano y la del espíritu malo'. Ante todo, la vida interior del hombre es compleja, y "éste, por error, puede considerar como una manifestación de lo absoluto o de Cristo algo que, de hecho, no es más que fruto de una elaboración subjetiva"'. La dificultad proviene también de que, estando el Espíritu de Dios presente en nuestro espíritu humano, el espíritu malo intenta imitar al Espíritu de Dios para engañar al hombre y apartarle así del plan de salvación.
Pablo dice que si, mediante el Espíritu, damos muerte a las acciones pecaminosas de nuestro yo, viviremos: "En efecto, cuantos son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios" (Rom 8,14). Pero nuestra tendencia al pecado y a la enemistad con Dios (Rom 8,7) subsiste incluso después de habernos justificado Dios mediante la fe y el bautismo. También Jesús, inmediatamente después del bautismo, fue tentado por Satanás a abusar de su poder mesiánico, desviándolo del fin para el cual se lo había Dios concedido. Esta experiencia de Jesús se repite en la vida del cristiano. Este siente el poder del espíritu malo, que intenta separarle de Dios, sacarle de su plan o al menos disminuir su capacidad de obrar el bien. Por eso Pablo pone en guardia a los efesios: "Revestíos de la armadura de Dios para que podáis resistir las tentaciones del diablo" (6,11). Hay que tomar en serio el combate espiritual: "Nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los principados y potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malos que andan por los aires" (Ef 6,12)0.
A veces la acción del poder del mal es muy sutil. Se encamina a proponer acciones o actitudes a primera vista buenas, pero para llevar a consecuencias malas, siguiendo la táctica de la exageración: abusar de la propia libertad por el hecho de ser don de Dios, exagerar en la penitencia para llevar luego al cansancio y al rechazo de la vida espiritual; dejarlo todo y a todos, radicalizando la enseñanza evangélica para exonerar de responsabilidades personales y sociales; usar para la propia gloria los dones recibidos de Dios para la edificación de la Iglesia, etc. Satanás, como dice san Juan, es el "padre de la mentira" (8,44): por eso debemos "distinguir el espíritu de la verdad y el espíritu del error" (1 In 4,6). Por lo demás, la historia de la Iglesia enseña que algunos dones auténticos del Espíritu no han podido desplegar toda su eficacia o han sido incluso desviados del bien, ya sea porque quienes los poseían no supieron discernir entre inspiración de Dios, impulsos y deseos humanos o desviaciones operadas por Satanás [ /'Diablo/exorcismo], ya sea porque quienes tenían la misión de guiar estos dones más bien los apagaron.
II. El discernimiento espiritual
en la Sagrada Escritura
Buscar en la Escritura qué es el discernimiento espiritual significa recorrerla en su totalidad. Más que una teoría sobre el discernimiento, en la Escritura se encuentra un discernimiento en acción, inflen; por una parte, el discernimiento que Dios lleva a cabo en la historia de Israel o en la Iglesia; por otra, lo que el hombre hace para entrar por el camino de la fe y de la justificación y para aumentar la operatividad de su existencia cristiana en la Iglesia y en el mundo'.
1. ACTITUD CRÍTICA DEL CRISTIANO PARA AVANZAR POR EL CAMINO DE Dios - En el AT Dios elige: a Adán (Gén 2,17), a Abrahán (Gén 12,4), al pueblo de Israel (Ex 19,8; 24,3; Jue 24,15; Dt 28,1,15...), a los soberanos y a los caudillos del pueblo. Para responder a esta elección, es preciso liberarse de motivos y condiciones oscuras y comprometerse en un camino continuo de búsqueda de fe. Tanto más que junto a la voz de Dios está la del pecado (Gén 4,7) y la de Satanás, adversario de Dios, también ella llena de misterio'. Para el pueblo elegido se trata de aceptar la visión misma de Dios, su discernimiento. Esto implica dos momentos: el de la pasividad, es decir, dejarse guiar por él, recordar sus beneficios, dar gracias, volver a los orígenes para comprender nuevamente su vocación, fortalecerse en la confianza de la promesa; el de laactividad, de compromiso, de búsqueda de lo nuevo, siempre bajo la guía de Dios.
El discernimiento de "espíritus" o de "inspiraciones" se encuentra a lo largo de todo el NT, particularmente en san Pablo. Además de la mención explícita de la diakrisis pneumaton, del "discernimiento de espíritus" (1 Cor 12,10), se usa el verbo dokimazein y términos afines, krino/krisis y la rica serie de vocablos contenida en Flp 1,3-11; Col 1,9-14; Ef 1,15-23; 4,11-16; Rom 12,1-8. El verbo dokimazein expresa el significado fundamental del discernimiento, a saber: el de probar, catar, examinar. La necesidad del discernimiento proviene de la instancia crítica del cristiano sobre el horizonte escatológico. En efecto, la existencia cristiana se caracteriza, por un lado, por la aceptación de la fe con el compromiso que implica y, por otro, por la inminencia del juicio. La vida del hombre y de la comunidad está sujeta al examen de Dios, en el cual hay que ofrecer una buena prueba; el juicio final es el resumen de este examen (1 Cor 3,13; Sant 1,12). Por esto es Dios ante todo el que "discierne" el corazón del hombre; Dios en la historia es el dokimazon tas kardias hemon, es el "Dios que sondea nuestros corazones" (1 Tes 2,4).
En los sinópticos, aunque sin un término que la especifique, tenemos la realidad del discernimiento, que consiste sustancialmente en "reconocer" en la persona y en la acción de Jesús el poder del Espíritu de Dios y la derrota del espíritu del mal. Jesús es signo de contradicción (Lc 2,34) y, por tanto, objeto de discernimiento; quienes lo acogen descubren en él los caminos del Espíritu; los demás siguen leyendo las Escrituras sin comprenderlas y ven pasar a Jesús sin reconocer que Dios está en él.
Para los Hechos de los Apóstoles, más allá de toda teoría, la dinámica del discernimiento está clara: "El Espíritu de Dios se impone con su misma fuerza y aporta su luz; sus iniciativas son siempre maravillosas y a veces desconcertantes, pero nunca turbulentas y desordenadas; su acción se ejerce siempre en la Iglesia, cuya paz y expansión asegura; su obra consiste en dar a conocer y en irradiar el nombre del Señor Jesús".
2. BÚSQUEDA DE LA AUTENTICIDAD CRISTIANA - Para san Pablo, el discernimiento es parte imprescindible de la búsqueda dinámica de la autenticidad cristiana, por lo cual es preciso mantenerlo siempre en acción. Hay que distinguir las mociones que llevan la impronta del Espíritu Santo de las que le son contrarias. Mociones, o sea sentimientos, experiencias, actitudes, impulsos hacia determinadas opciones, etc. Todo cristiano que haya experimentado el Espíritu ha de habituarse a esa percepción espiritual, a esa finura del espíritu que le mantiene en su identidad. A algunos el Espíritu les concede el carisma del "discernimiento de espíritus" (1 Cor 12,10), es decir, la capacidad de reconocer si una determinada inspiración viene del Espíritu divino o del espíritu del mal. Mas a todos los creyentes se les da el "don del Espíritu", que se recibe radicalmente con la fe y el bautismo, y que "habita en nosotros" (Rom 8,9) y nos guía, haciéndonos vivir como hijos de Dios (Rom 8,14). El Espíritu es, pues, el elemento constitutivo de nuestro ser de cristianos y el principio dinámico y la norma de acción, constituyéndonos hijos "en la Iglesia" (1 Cor 12,13)". Para san Pablo, el discernimiento es la virtud del tiempo de la Iglesia, situado entre el hecho de la muerte y resurrección de Cristo y la parusía. Caracteriza a la Iglesia de los "últimos tiempos" (1 Cor 10,11), período en el cual hay que afrontar el "presente siglo malo" (Gál 1,4). El cristiano no puede conformarse según el a "mundo"; debe superarlo, aunque sea en la prueba y en la aflicción. Con la superación de estas pruebas y tribulaciones, mediante un atento discernimiento, el cristiano manifiesta su autenticidad en una "fe purificada" y aprobada por Dios, en una "esperanza probada" en la oscuridad del tiempo presente, en una "caridad filial", "derramada en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que se nos ha dado" (Rom 5,3-5). El cristiano no se somete a las pruebas de la vida, sino que las discierne para descubrir en ellas la voluntad de Dios, el cual permite que formen parte de la pedagogía de la salvación. Ante los tiempos escatológicos, las pruebas y las tribulaciones asumen el significado de anticipación, en el tiempo de la Iglesia, del discernimiento final y se convierten en participación del juicio escatológico ya realizado en la muerte y resurrección de Cristo".
El discernimiento, en su aspecto moral, tiene por objeto la "voluntad de Dios" (Rom 12,2), el imperativo moral que impone una vida santa y grata a Dios (1 Tes 4,1-3). Este imperativo implica un camino de conversión continua. El "conocimiento" de que habla a menudo san Pablo (Flm 5-6; Ef 1,15-18; 4,13; Flp 1,9; Col 1,9-10) representa justamente este carácter dinámico de progreso y de crecimiento, que interioriza y conduce a un nivel cada vez más alto la fe, la esperanza y la caridad" Analizando el acto concreto del discernimiento, Therrien dice que es al mismo tiempo uno y complejo, humano y divino, personal y eclesial, "en situación" e inserto en el plan único de salvación, que mira a la edificación de los hermanos y está ordenado a la gloria de Dios, realizado en el tiempo, pero que participa ya del juicio escatológico ".
3. CRITERIOS DE DISCERNIMIENTO SEGÚN SAN PABLO - San Juan, en su primera carta, pone en guardia a los cristianos para que adopten una actitud crítica frente a las inspiraciones: "Queridísimos, no os fiéis de todo espíritu, sino examinad los espíritus, a ver si son de Dios" (4,1)". Mas ¿cuáles son los criterios por los que podemos estar seguros de que una determinada inspiración viene efectivamente de Dios? De la doctrina paulina se obtienen algunos de estos criterios16:
  1. Los frutos. El espíritu bueno y el malo se reconocen por sus frutos: "Las obras de la carne son manifiestas: fornicación, impureza, lujuria... Por el contrario, los frutos del Espíritu son: caridad, alegría, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, continencia" (Gál 5,14-22; cf Ef 5,8-10; Rom 7,4-5.19-20).
  2. La comunión eclesial. Los dones auténticos del Espíritu son los que edifican la Iglesia (1 Cor 14,4.12.26). Los carismas son dones fecundos para la Iglesia; sobre todo la profecía, la cual es una palabra eficaz que da paz, ánimo y confianza.
  3. La fuerza en la debilidad. El Espíritu se manifiesta con signos de poder: milagros, seguridad para proclamar la palabra de Dios y afrontar las persecuciones (1 Tes 1,4-5; 2 Cor 12,12). Son signos que resultan tanto más auténticos cuanto más contrastan con la debilidad del apóstol (2 Cor 2,4; 12,9).
  4. La inmediatez de Dios. Seguridad de una vocación divina en la docilidad eclesial. Por una parte, Dios da la certeza de su vocación (Rom 1,1; Gál 1,15; Flp 3,12) y, por otra, esa llamada debe ser autenticada por la comunidad eclesial (Gál 1,18) y por sus responsables.
  5. La luz y la paz. Los dones del Espíritu no son impulsos ciegos que suscitan dificultades y desorden (1 Cor 14,33). Esto vale no sólo de las manifestaciones extraordinarias, sino también de las mociones interiores: "La tristeza que es según Dios causa penitencia saludable e irrevocable, mientras que la tristeza del mundo engendra la muerte" (2 Cor 7,10), "porque el pensamiento de la carne es muerte, pero el pensamiento del espíritu es vida y paz" (Rom 8,6; cf 14,17-18).
  6. La comunión fraterna. Es el criterio más seguro e importante que revela los signos de la presencia del Espíritu (1 Cor 13). La caridad hace también respetar y amar los carismas de los otros (1 Cor 12).
  7. ¡Jesús es el Señor! El criterio supremo del discernimiento es el alcance y las consecuencias que ciertas mociones o actitudes tienen respecto a Jesús: "Nadie, hablando en el Espíritu de Dios, dice: 'Maldito es Jesús', ni nadie puede decir: 'Jesús es el Señor', sino el Espíritu" (1 Cor 12,3). Confesar que Jesús es el Señor no es sólo pronunciar una fórmula, sino descubrir el secreto de su persona, proclamar su divinidad, adherirse a él por la fe y el amor, lo cual no es posible más que con la gracia del Espíritu Santo.
III. El discernimiento personal
Distinguimos entre discernimiento personal y discernimiento comunitario. Por el primero entendemos la búsqueda de la voluntad de Dios realizada por una persona particular; por el segundo, la realizada por la comunidad o por un grupo de personas unidas por un vínculo particular y, en última instancia, por la Iglesia.
1. RELACIÓN DIALÉCTICA ENTRE DISCERNIMIENTO PERSONAL Y COMUNITARIO - LOS dos aspectos, personal y comunitario, son distintos, pero no están separados. El segundo supone el primero, porque una comunidad o un grupo puede ponerse en situación de discernimiento en la medida en que los individuos hayan hecho o hagan en su vida una experiencia profunda de la búsqueda de Dios y se dejen guiar por el Espíritu en sus opciones. También el primero supone el segundo, al menos de forma embrionaria, en cuanto que la escucha de Dios en la vida personal pasa necesariamente a través de la mediación de la Iglesia, que lee los signos de los tiempos de la sociedad en que se vive. La expresión mínima de esta mediación está constituida por el diálogo con el consejero o director espiritual. Cuando nos sentimos inspirados a tomar una opción determinada o una determinada orientación espiritual, es preciso medir estos impulsos con dos criterios fundamentales: la conformidad con la palabra de Dios y la enseñanza de la Iglesia (dejarse juzgar por la fe de la Iglesia: Rom 12,6; 1 Cor 14,29-32; 1 In 4,2) y el servicio para la edificación de la Iglesia y de la sociedad (es el fin para el cual el Espíritu Santo otorga los dones: 1 Cor 12,7; 14,12.26; lo contrario de la edificación es la división, que no puede venir del Espíritu: 1 Cor 1,10-13).
La mediación del consejero espiritual tiene por fin objetivar las experiencias y la mociones personales'', aclarar lo que quizá se advierte de modo confuso y situarse en un horizonte eclesial en el cual tomar conciencia de que el Espíritu es único y no puede contradecirse [.--n Padre espiritual].
2. EL ITINERARIO DEL DISCERNIMIENTO PERSONAL SEGÚN SAN IGNACIO DE LOYOLA -
Entre los numerosos autores espirituales que han tratado del discernimiento'', san Ignacio de Loyola ocupa un puesto relevante debido a la experiencia espiritual que tuvo de la alternancia de diversas mociones espirituales a partir de su conversión'', experiencia que describió en sus Ejercicios espiritualesROlos cuales están guiados enteramente por el discernimiento espiritual con vistas a una elección de vida que ha de hacerse para la mayor gloria de Dios (nn. 169-189). Veamos los elementos más destacados de este itinerario:
a) Conquistar la libertad interior, don del Espíritu Santo. Toda predeterminación o prejuicio bloquea el proceso de conocimiento y de búsqueda de la voluntad de Dios. Por eso hay que "vencerse a uno mismo y ordenar la vida sin dejarse determinar por ningún afecto desordenado" (n. 21; 1). No hay que ocultar la dificultad que existe para llegar a una mirada de fe y a un impulso de amor tan purificados. Es preciso estar animado por el deseo del "magis" (n. 23) para emprender este itinerario "con gran ánimo y liberalidad con su
Creador y Señor, ofreciéndole todo su querer y libertad, para que su Divina Majestad, así de su persona como de todo lo que tiene, se sirva conforme a su santísima voluntad" (n. 5). Toda la persona debe dedicarse a discernir entre la diversidad de las mociones espirituales, sobre todo su afectividad profunda para "sentir y gustar de las cosas interiormente" (n. 2).
b) Escucha de la palabra y compromiso dinámicos. Dios se comunica mediante la palabra que libera; el hombre debe colaborar con su adhesión personal. Por eso san Ignacio dice: "demandar la gracia que quiero" (n. 91). Por una parte, es preciso pedir, sabiendo que no puede uno dar por sí mismo lo que se busca en el plano de la salvación y de la perfección cristiana; por otra, hay que desear lo que se pide, con una participación comprometida de toda la persona en la acción de Dios.
c) Prontitud para el cambio. El discernimiento supone la prontitud para cuestionarse frente a la interpelación de la palabra de Dios y estar dispuesto a cambiar lo que sea en la vida personal, social o comunitaria. Sólo Dios es lo absoluto y lo inmutable; todo el resto ("las cosas creadas", n. 23) es relativo, y frente a ello "es menester hacernos indiferentes" (n. 23). La indiferencia es la actitud positiva consistente en optar fundamentalmente por Dios y por su plan sobre nosotros, por lo que todo el resto se vuelve innecesario y sólo se acoge en la medida en que sea manifestación de la voluntad divina. Esto implica saber poner en discusión toda opción, preferencia o seguridad que no encuentre confirmación en Dios. Hay que dejarse llevar por el Espíritu, que es fuente de perenne novedad y creatividad. Renunciar al cambio es cerrarse a la novedad del Espíritu, que puede abrir un camino nuevo que nos lleve más cerca de Dios y de los hermanos. Esta prontitud para el cambio, en los Ejercicios, es tratada en el "preámbulo para hacer elección" en dos actitudes, una positiva al cambio y la otra negativa. La primera es la del que se coloca frente al problema de una elección con "ojo simple", solamente "mirando para lo que soy creado, es, a saber, para alabanza de Dios nuestro Señor y salvación de mi alma" (n. 169). La segunda es la del que invierte el orden de las cosas: primero escoge el medio y luego intenta atraer a Dios a lo que ha elegido (n. 169).
d) La experiencia de consolaciones y de desolaciones. San Ignacio describe la resonancia interior que la palabra de Dios y sus mociones suscitan en nosotros, con alternancia de euforia y de depresión, mediante los términos de consolación y de desolación espiritual. ¿Qué es la consolación espiritual? "Llamo consolación espiritual cuando en el alma se causa alguna moción interior, con la cual viene el alma a inflamarse en amor de su Creador y Señor y, por consiguiente, cuando ninguna cosa criada sobre la faz de la tierra puede amar en sí, sino en el Creador de todas ellas... Finalmente, llamo consolación a todo aumento de esperanza, fe y caridad y a toda alegría interna que llama y atrae a las cosas celestiales y a la propia salud de su alma, tranquilizándola y pacificándola en su Creador y Señor" (n. 316). Se trata, pues, de una experiencia de los"frutos" del Espíritu, de un incremento de las actitudes fundamentales de la existencia cristiana, a saber: de la fe, de la esperanza y de la caridad.
La desolación, en cambio, es lo contrario de la consolación: "Así como oscuridad del alma, turbación en ella, moción hacia las cosas bajas y terrenas, inquietud de varias agitaciones y tentaciones que mueven a desconfianza, sin esperanza, sin amor, hallándose del todo perezosa, tibia, triste y como separada de su Creador y Señor" (n. 317). Por consiguiente, la consolación es energía del Espíritu Santo para emprender o confirmarse en una elección dada; la desolación lleva lejos del Señor y es signo de la acción en nosotros del espíritu malo, "con cuyos consejos no podemos tomar el camino para acertar" (n. 318).
e) La dinámica de una elección. través de la experiencia del discernimiento de las mociones interiores se puede llegar a una elección según Dios. Pero ante todo es necesario que el objeto de la elección sea bueno o indiferente (n. 170). Fuera del caso de una intervención extraordinaria de Dios, que nos manifestaría así su voluntad, una elección ha de realizarse a través de una "suficiente claridad y conocimiento por experiencia de consolaciones y desolaciones y por experiencia de discernimiento de varios espíritus" (n. 176). Cuanto más profunda es esta experiencia espiritual, tanto más es posible desenmascarar también las "sutilezas" de la acción del enemigo, el cual "se transforma en ángel de luz", insinúapensamientos aparentemente buenos, pero que luego resultan ser espiritualmente nocivos (n. 332), por lo cual es preciso examinar "el discurso de los pensamientos" para ver si terminan "en alguna cosa mala o distractiva o menos buena" (n. 353). Este proceso, sin embargo, no exime de emplear las energías humanas, a saber: de examinar serenamente los motivos en pro y en contra de una determinada elección, que ha de hacerse en el "tiempo tranquilo", "cuando el alma no está agitada por varios espíritus y usa sus potencias naturales libre y tranquilamente" (n. 177). De la elección que ha de hacerse en este tiempo tranquilo, san Ignacio describe un itinerario concreto: 1) precisar el objeto de la elección; 2) fijar el fin, a saber: Dios y su alabanza, y encontrarse en la indiferencia, pronto a "seguir lo que sintiere ser más en gloria y alabanza de Dios nuestro Señor y salvación de mi alma" (n. 179); 3) pedir al Señor que oriente las mociones interiores hacia su voluntad; 4) considerar las ventajas y las desventajas del objeto de la elección sólo con vistas al fin; 5) deliberar según motivos razonables; 6) presentar en la oración la elección hecha a Dios para que la confirme (nn. 179-183).
IV. El discernimiento comunitario
Las instancias y el itinerario del discernimiento personal se aplican de modo análogo al discernimiento comunitario.
1. EN QUÉ CONSISTE - Un grupo de personas, unido por un vinculo particular, como puede ser una comunidad religiosa, un grupo de oración o de compromiso apostólico, sobre todo si se tiene que tomar opciones, está llamado a realizar, en cuanto grupo, un discernimiento de la voluntad de Dios tocante a su modo de vivir la fe y de comprometerse en la Iglesia y en la sociedad. Se trata de interrogarse delante de Dios para comprender si la decisión que hay que tomar es conforme al proyecto evangélico y si responde a los tiempos de la Iglesia y a las exigencias de los hombres de nuestro tiempo. Es una actitud de búsqueda desinteresada, en la cual cada miembro del grupo se siente corresponsable y colabora en la valoración de las mociones del Espíritu para que el grupo como tal llegue a la decisión que más agrada al Señor. El discernimiento comunitario se aplica de modo particular a la comunidad religiosa, sea local o provincial, o al instituto entero. El Vat. II alienta ese estilo de búsqueda común de la voluntad de Dios en orden a la renovación de la vida religiosa.
2. SUS FUNDAMENTOS - Como el discernimiento personal tiene supuestos necesarios, también el comunitario se funda en algunas premisas, que aseguran su posibilidad y rectitud.
  1. Cada miembro del grupo debe haber tenido la experiencia del discernimiento personal. Esto supone una vida interior genuina que haya enseñado a buscar la voluntad de Dios con libertad espiritual.
  2. El discernimiento es posible únicamente como experiencia fuerte de fe, no sólo personal, sino también comunitaria. Es un acto de abandono, de escucha, de confianza en Dios, que guía a las personas, a los grupos y la historia. Es Dios el que, en su presente de gracia, interpela a la comunidad sobre su identidad y su misión apostólica. El le dirige su palabra en Cristo, en la Iglesia y a través de los signos de los tiempos. "El amor que me hace elegir" —dice san Ignacio— debe descender "de arriba, del amor de Dios", de modo que la elección. se haga "únicamente por su Creador y Señor" (n. 184). El grupo debe vivir así el "nosotros" de la fe y estar abierto a la fe de la Iglesia entera.
  3. El grupo que intenta discernir la voluntad de Dios debe abrirse al Espíritu Santo, el cual "guiará a la verdad completa" (Jn 16,13). El discernimiento, en efecto, es "espiritual", es decir, se hace sólo en el Espíritu, bajo su influjo. Esta apertura al Espíritu requiere la purificación del corazón y de las intenciones y una profunda conversión a Cristo y al evangelio.
  4. La oración, que crea el clima para el discernimiento, debe vivirse no sólo a nivel personal, sino también a nivel comunitario, en una relación filial con Dios que haga sentirse a todos hijos de un mismo Padre y lleve a exclamar "Abba, Padre" (Gál 4,6; Rom 8,15).
3. CONDICIONES PSICOLÓGICO-ESPIRITUALES - Las leyes de la psicología de grupo desempeñan su papel en el discernimiento comunitario. Ayudan a distinguir lo que facilita y lo que obstaculiza una auténtica búsqueda de loscaminos de Dios. He aquí algunas condiciones para crear premisas de autenticidad:
  1. El propósito inicial debe ser el de "buscar y encontrar la voluntad de Dios" (n. 1). Ha de adoptarse no un punto de vista sujeto a intereses humanos o egoístas, sino el del plan salvífico que Dios tiene sobre la comunidad y, a través de ella, sobre la Iglesia y sobre el mundo. Es contraria a esto la actitud del que quiere hacer prevalecer, dentro de ese grupo, su parecer o su posición.
  2. Para un encuentro con los demás en la búsqueda de Dios es preciso purificarse de las pasiones, que bloquean una auténtica relación interpersonal. Tales son, por ejemplo, la incomunicabilidad con los hermanos, sentimientos cultivados de envidia, de celos, de no participación en la alegría y el dolor ajenos, etc.
  3. Condición importante es la de aceptación de que los demás nos cuestionen, así como Dios a través de los mismos. Esta disponibilidad pone al desnudo la verdad que somos y que buscamos. Desenmascara nuestras ambigüedades, los prejuicios, las predeterminaciones; verifica si algunas de nuestras seguridades son auténticas o falsas, si buscamos el interés de Dios o nos buscamos a nosotros mismos.
  4. Renunciar a la autosuficiencia, a la pretensión de conocer en solitario la voluntad de Dios. Esta se encuentra mediatizada por el testimonio y la experiencia espiritual de los otros, de la Iglesia y de la sociedad. Al rechazar sentirse constituido en un sistema cerrado y estático de verdad, nos abrimos a la posibilidad de ser completados por los otros, por su competencia, sensibilidad y experiencia. Con frecuencia algunas elecciones importantes se preparan cuidadosamente con una investigación sociológica, psicológica y política para captar las instancias que provienen de una sociedad en rápida mutación. El discernimiento espiritual no puede ignorar estos datos, sino que los ve en una perspectiva diversa de aquella con que una administración puede programar su ejercicio. La perspectiva es la evangélica, en la cual entran factores imponderables con un metro puramente humano.
  5. Condición concomitante de la precedente es la de dar cabida a los demás en uno mismo, en los propios puntos de vista y convicciones. Es una actitud de respeto a la persona de losdemás, de sincera caridad evangélica, por encima de ciertas ideologías que dividen.
  6. Condición importante es también la de que un grupo o comunidad no se cierre en sí mismo, sino que se sienta parte de comunidades más vastas y de la Iglesia entera, viviendo sus orientaciones universales.
4. TÉCNICA DEL DISCERNIMIENTO COMUNITARIO - La palabra "técnica" no debe hacer pensar en una planificación con ritmos mecánicos. El discernimiento es una actividad espiritual que se desarrolla bajo la moción del Espíritu, el cual obra con libertad y pide a los hombres una respuesta libre. En este clima debe vivir el cristiano. Por discernimiento comunitario (y también personal) se entiende, pues, ante todo, un estilo de vida evangélica permanente; una vigilancia evangélica pronta siempre a acoger la voz de Dios y a actuar en consecuencia, y contraria a toda visión egoísta. La actitud de buscar primero el reino de Dios lleva a discernir los caminos de Dios de modo espontáneo en las circunstancias ordinarias de la vida y en las decisiones más comunes y necesarias.
En cambio, el discernimiento comunitario en el sentido restringido del término se impone en algunos momentos fuertes de la vida de un grupo o de una comunidad cuando están en juego valores importantes para la vida cristiana y la misión eclesial. En este caso, dando por supuesto cuanto queda dicho antes, se requiere también una cierta técnica, la cual ha de ser elástica para adaptarse a las circunstancias y a la madurez espiritual de los individuos y del grupo. El discernimiento comunitario, por lo demás, tiene diversos grados de realización y diversas fases de profundización.

De todos modos, las etapas esenciales del discernimiento comunitario deberían ser las siguientes: a) Vivificar en el grupo un clima de fe, de escucha de Dios y de los otros, de disponibilidad y de oración. b) Precisar con exactitud el tema que ha de ser objeto de discernimiento y de eventual decisión. Por eso el que esté encargado de dirigir y alentar el discernimiento ha de proporcionar todas las informaciones objetivas sobre el tema, de modo que todos conozcan con exactitud los "datos" necesarios. Debe tratarse de un tema cuya discusión competa al grupo y que sea de importancia y trascendencia para su vida y su misión religiosa. c) Comenzar con un tiempo de oración personal, para ponerse a la escucha de Dios, presentarle el tema sobre el que se invoca su luz y poder captar las mociones espirituales que proceden del Espíritu Santo con un corazón libre de afectos desordenados. d) A esto puede seguir una reunión de "escucha", en la cual cada uno puede expresar lo que ha experimentado en la oración, siendo escuchado por los demás con auténtica participación, sin discutir su experiencia. e) Puede dedicarse otro tiempo de oración personal para pedir al Señor discernimiento sobre motivos en favor o en contra del tema de que se trata.,n Luego sigue una reunión de "discusión" y de análisis de los argumentos que cada uno aduce y que están iluminados por las mociones del Espíritu, por la consolación o desolación espirituales. g) Cuando el discernimiento llega a un punto de maduración suficiente, se pasa a la fase deliberativa. Lo ideal es que la búsqueda desapasionada lleve a una decisión unánime. Si ésta no se diese, seria preciso que al menos hubiese unanimidad en la aceptación de lo que la mayoría ha decidido como lo mejor. h) Por último, sigue la confirmación de la decisión tomada, que se manifiesta a varios niveles. En el caso de una comunidad religiosa, tenemos la confirmación del superior, el cual "toma la decisión" y asegura así a la comunidad que se encuentra en el camino justo. Está luego la confirmación que viene del mismo Espíritu Santo, el cual infunde un aumento de fe, de esperanza y de caridad después de tomada la decisión. Finalmente. hay una confirmación "apostólica", o sea la experiencia de que la elección hecha libera nuevas energías apostólicas, da un sentido más vivo de la Iglesia y un mayor entusiasmo misionero. Estos signos de la acción de Espíritu en el discernimiento realizado llevan a un sentido de agradecimiento y de alabanza del Señor.



A. Barruffo

BIBL.—AA. VV., El discernimiento (Equipo Mundo Mejor, n. 43, 1975).—AA. VV., Dicernimiento comunitario,Inst. Teol. Vida Religiosa, Madrid 1976.—AA. VV., Discernimiento de espíritus, en "Concilium", 139 (1978).—AA. VV., Discernimiento espiritual en tiempos difíciles, en "Rev. de Espiritualidad", 153 (1979).—Castillo, J. M.El discernimiento cristiano según san Pablo, Facultad de Teología, Granada 1975.—Laplace, J, Discernement pour temps de Irise, Chalet, París 1978.—Penning de Vries, P, Discernimiento. Dinámica existencial de la doctrina y del espíritu de san Ignacio de Loyola, Mensajero, Bilbao 1967.—Therrien, G, Le discernement dans les écrits pauliniens, Gabalda, París 1973.

http://www.mercaba.org/DicES/D/discernimiento.htm

Otro artículo: 
http://www.congregacionesmarianas.org/0307_proc_discernimiento.htm