Dios no es "una personalidad" sino "un ser personal":
[También los ángeles o el hombre...]
DIOS ES UN SER PERSONAL Y ESPIRITUAL
El hombre es un ser personal
SheilaMorataya-Fleishman31 julio 2008
Sección: Sexualidad
¿ADANEZ?
REDACCIÓN
En España, ocho de los nueve apellidos más comunes acaban con el sufijo -ez. García es el más común, con más de 1.4 millones de personas que se apellidan así, seguido de Rodríguez, González, Fernández, López, Martínez, Sánchez, Pérez y Gómez.
Los apellidos sirven para diferenciar a las personas unas de otras y tienen su origen en la Edad Media, cuando las clases altas empezaron a usarlos. A partir del siglo XIII comenzaron a utilizarse los apellidos acabados en -ez, que significan 'hijo de'. Hasta ese momento, los apellidos podían deberse al origen, a alguna característica física o bien a la profesión.
Posteriormente los apellidos pasaron a ser hereditarios, identificando así a los familiares. Con el paso de los siglos los apellidos acabados en -ez se han convertido en mayoritarios en España. Así pues, Rodríguez, significaría hijo de Rodrigo, del mismo modo que González sería hijo de Gonzalo y Fernández, hijo de Fernando.
LA MINÚSCULA NO CONLLEVA DESDÉN O DESPRECIO
En español, en el pasado de usaban las mayúsculas de respeto, especialmente en las fórmulas de tratamiento, por ejemplo se decía el Licenciado Rodolfo Argueta, pero no es así hoy en día, que se recomienda la minúscula inicial. (https://educacion.ufm.edu/tag/uso-de-mayusculas-en-espanol/)
Desde nuestro punto de vista de hablantes del español, el inglés "abusa" de las mayúsculas.
El inglés, desde nuestra perspectiva del español, sobreabusa de las mayúsculas. Un ejemplo fácil de entender son los adjetivos de nacionalidades: Spanish, English, French (español, inglés o francés, en castellano) o religiones: Judaism, Christianity, Islam, Baháʼí Faith, Hinduism, Taoism, Buddhism, Sikhism (judaísmo, cristianismo, islamismo, etc.)
En inglés también escribe en mayúsculas los miembros de un grupo como Democrats, Republicans, Claretians,
pertenecientes al Democratic Party, Republican Party o Claret Order. Pero en español , en un equivalente a estos casos, no
diríamos Socialistas (perteneciente al Partido socialista),
socialdemócratas (Partido Social Demócrata), comunistas (Partido Comunista), claretiano
(la Orden de Claret).
Qué quiero decir con esto: que en inglés es bastante común poner en mayúsculas los miembros de un grupo, mientras que en español no. Así pues, si nos fijamos en Los escritos de Urantia, ortográficamente hablando, no podemos decir “los Avonales”, “los Melquisedecs” “los Hijos creadores”, “los Modeladores” (Ajustadores), “los Hijos materiales”, “los Portadores de Vida”, “los Lanonandecs”, “los Príncipes planetarios”, etc… Todos son miembros de una clase de seres, de un grupo, no son seres únicos, y deben ir en minúsculas. Por ejemplo, hay casi 800 000 hijos creadores, trillones de modeladores, etc. Son nombres comunes genéricos, sin que ello conlleve irrespetuosidad, por supuesto.
CON ARTÍCULO INDEFINIDO: MINÚSCULAS
Claro está, que tampoco podemos de “un Avonal”, “un Melquisedec”, “un Hijo Creador”. Sabemos que los artículos determinados o INDEFINIDOS no se emplean con nombres propios, porque lo que hacen es singularizar a un miembro de un grupo. Solo se emplea con nombres propios para dar a entender que se trata de individuos desconocidos: ganó la carrera un Victorino Gómez. También se puede aplicar a nombres propios pero con un modificador para resaltar alguna cualidad: acabamos de escuchar a un Pavarotti inspiradísimo. Obviamente, este no es nuestro caso cuando decimos: “un Avonal” o “un Hijo Creador”, “un Ajustador/Modelador”.
Para que sea más claro: ¿Podríamos decir “un Dios”? No. aunque sí, “un dios romano”
NOMBRES PROPIOS: MAYÚSCULAS
A su vez, los NOMBRES PROPIOS, que se escriben en mayúsculas, a diferencia de los comunes, que lo hacen en minúscula, no designan clases de seres, sino que sirven para identificar un SOLO SER de entre los de su clase, NO SUELEN EMPLEARSE EN PLURAL. Hay excepciones, como en el caso de existir seres que comparten el mismo nombre propio, sí cabe usar este en plural para designar varios referentes: Los Javieres que conozco son todos muy simpáticos. En América hay dos Córdobas, una en la Argentina y otra en México. Este no es nuestro caso.
Se escriben, pues, con letra inicial mayúscula todos los nombres propios cuando designan seres o realidades únicas y su función principal es la identificativa. Ejemplo de nombres propios de persona, animal y cosa singularizada: Beatriz, Platero, Tizona (espada del Cid), Dios, Jehová, Alá, Afrodita, Júpiter, Amón. No pertenecen a una clase. Hay uno solo. También, el Padre, el Espíritu Infinito, el Hijo Eterno.
En otras ocasiones, la mayúscula responde a otros factores, como la necesidad de distinguir entre sentidos diversos de una misma palabra (mayúscula diacrítica). ¿Qué es esto? Pues, nos ayuda a distinguir esos significados diferentes de una misma palabra. Por ejemplo en Los escritos, la palabra “Hijo/hijo”… Podemos ver “Hijos de Dios”/ “hijos de Dios”, “Hijos del universo”/ “hijos del universo”; los melquisedecs son “Hijos de Dios”, pero nosotros somos “hijos de Dios. Igualmente en minúsculas “hijos trinitizados”. Otros casos son “Hijos descendentes de Dios”/”hijos descendentes de Dios”, “Hijas de Dios” /hijas de Dios” (ángeles, seres humanos). Es decir el cambio de Hijos/hijos o Hijas/hijas, conlleva una diferente interpretación y origen y ayuda cuando los nombres se ponen en minúsculas.
PALABRAS FINALES
Está claro que los reveladores usaron la retórica inglesa para su reflejar la ortografía de sus nombres (en realidad para todos los niveles lingüísticos: lexicológico, semánticos, sociocultural).
Y plantean sus oposiciones lexicológicas basándose en esta, obviamente. Nuestra misión, al menos
la que yo me he propuesto, es adaptar dicha retórica inglesa, en sus distintos niveles,
a la retórica española. ¡UN VERDADERO RETO!
Creo que uno de los problemas de las traducciones como la de 1993 e incluso de esta actual, sin duda mejorada, aún por publicar (fecha ignota), es que son traducciones corales o grupales. Distintas opiniones, sin mala intención, instan por prevalecer. Y puede faltar coherencia y cohesión.
¿Y qué tiene esto que ver? Las palabras de David Kantor nos dan la clave:
"En mi opinión, cualquier traducción debe ser el trabajo de una única persona. ... Todas las grandes traducciones de los clásicos de la literatura se realizaron por una sola persona, ya que únicamente así se le puede dar al texto la coherencia y la cohesión intelectual y emocional que caracterizan a estos clásicos. ¿Podrían imaginarse a una asociación de personas traduciendo Los hermanos Karamazov de Dostoyevski, El Capital de Marx o una colección of poesía Rumi?".
Le doy TODA la razón.
No quito que siempre ha de haber un equipo competente detrás colaborador. Totalmente necesario y agradecer.
Cada vez descubro más y más evidencias de que muchísimas de las mejores indudables de la nueva traducción están basadas en mi traducción, cuyo primer volumen se publicó en 2012 y en mi blog de errores (2000), con cientos de entradas de los miles de errores de la anterior traducción. No lo digo bajo ningún envanecimiento intelectual o espiritual. A mi edad, eso sobra.
No tengo tiempo de hacer un listado, que sería muy amplio, pero si quiero expresar mi complacencia por este hecho. El blog estaba particularmente destinado a los revisores --cuyas cualificaciones no se dieron jamás se dieron a conocer-- y a los lectores y ha cumplido su misión.
Las decenas de traducciones bíblicas se basan en otras anteriores, pero lo que me incita a escribir esto no es que tengan que reconocer nada a mi trabajo de décadas, sino el silencio y la vanagloria que rodea a la nueva traducción. Nada nuevo.
Mis opiniones críticas llevaron a hacer la segunda traducción y está última. Y también me alegro por los lectores.