Maqueta del Hotel Holy Land West de Jerusalén
Es la maqueta más grande (escala 1:50) que recrea cómo era Jerusalén en la época herodiana. No muestra exactamente cómo era durante la vida de Jesús, pues se han añadido a ella elementos que sólo se construyeron años más tarde, como la tercera muralla norte. Pero es perfecta para hacerse una idea de cómo era la ciudad en aquella época. Las fotografías son de autor anónimo y se han descargado de Internet.
Vista general de la maqueta que muestra Jerusalén desde el oeste mirando al este. Toda la amplia zona de la derecha de la foto es la ciudad nueva, que aquí aparece rodeada la tercera muralla norte, que aún no existía en tiempos de Jesús. En el centro, arriba, se observa claramente la espaciosa explanada del templo.
Otra vista general, esta vez desde el norte y mirando al sur. En primer término se observa la tercera muralla norte rodeando el barrio nuevo, que como hemos dicho no existía en tiempos de Jesús.
La ciudad nueva, situada al norte de la ciudad, y que en época de Jesús no tendría esa muralla que observamos en la parte superior de la foto. No se ha encontrado ningún resto de cómo eran las casas de esta zona, por lo que la maqueta situa los edificios al buen criterio de los artistas, aunque utilizan casas típicas de la época. Las zonas azules de la foto hay que imaginárselas, más que como piscinas o estanques, que es lo que parecen dar la sensación, como huertos. Toda esta zona eran jardines y huertas encerrados entre vallados de piedra y recorridos con estrechos caminillos. Aquí habían establecido sus casas también ricos y comerciantes, muchos de ellos paganos, y un buen número de los crecientes habitantes con que iría contando la ciudad. Por tanto, el aspecto que muestra la maqueta me resulta algo escaso. Yo imaginaría esta zona más como un auténtico vergel lleno de árboles frutales y plantaciones, así como zonas plagadas de viviendas hacinadas unas contra otras y apretujadas entre sí y los huertos, sin dejar un resquicio libre. La maqueta suele dar la sensación de mucho espacio. Sin duda la presión urbanística debió de ser mucho más intensa.
Primer plano de la tercera muralla norte y de la llamada torre Psefino, situada en esta muralla. Como venimos repitiendo, todas estas construcciones fueron posteriores a la época de Jesús.
Panorámica del monte del templo. A la derecha se aprecian las cuatro torres de la fortaleza Antonia y en el centro, el complejo del templo.
La misma panorámica que la anterior, pero con más perspectiva. Se aprecian con claridad las dos murallas norte, la primera era en realidad un viaducto que comunicaba la fachada oeste del templo con el palacio de Herodes, y que es la muralla que recorre el centro de la foto de arriba a abajo. La segunda, que abarca la zona izquierda de la foto, rodeaba el barrio norte, un barrio relativamente nuevo. En primer término, hacia la derecha de la foto, se aprecian las tres torres (Hippica, Fasael y Mariamme), del palacio de Herodes.
Panorámica de la segunda muralla norte. Arriba a la derecha la imponente mole de la fortaleza Antonia, con cuatro torreones en sus esquinas. Se puede apreciar una altísima escalinata en la fachada oeste, que personalmente me parece un acceso un tanto exagerado. En mi descripción de este edificio he optado por considerar un acceso en la zona norte que ascendía a una plataforma mediante unas escalinatas y unas rampas para que los caballos pudieran subir sin problemas. En la maqueta se echa en falta la piscina llamada Strution, que debía estar localizada dentro del foso. Aquí el foso sólo parece cubrir el lado norte, cuando debió rodear todo el castillo.
La gran explanada del templo, con el santuario en su interior, visto desde el oeste hacia el este. En el extremo izquierdo está la fortaleza Antonia. Debía de existir un acceso desde la fortaleza al templo, que en la maqueta no se aprecia. La flecha roja marca la situación actual del llamado “Muro de las lamentaciones”, actual lugar de veneración de los judíos. Como se ve, la ciudad actual esta unos cuantos metros por encima de la antigua. Sin duda, si se excavara aparecerían los cascotes y ruinas de los edificios existentes, como así ha sido en algunas prospecciones arqueológicas. El complejo de palacetes que aparece en la esquina inferior derecha de la foto con dos torreones, es el palacio de los Asmoneos, lugar de residencia de Herodes Antipas y el resto de la familia herodiana durante las fiestas.
Las tres torres del palacio de Herodes: Hippica, Fasael y Mariamme.
La tumba del jardín es un lugar actual donde se cree que pudo estar el sepulcro de Jesús. Lo curioso de este emplazamiento es tiene cierta verosilimitud con el lugar que se describe en El Libro de Urantia, un lugar situado en el barrio nuevo, al norte, en un huerto propiedad de José de Arimatea. Como se ve la maqueta muestra la fisionomía actual de la tumba, pero no muestra los alrededores correctamente, pues esto debería ser una frondosa plantación llena de árboles y hortalizas, con alguna casamata. Sobran, por tanto, de la maqueta, tantas edificaciones y le falta vegetación, muretes de piedra y caminillos.
El peñón del Gólgota, donde tenían lugar las crucifixiones, como la de Jesús. Situado extramuros, y a la derecha del camino de Efraím. Como se ve, no era mucha la distancia que separaba la fortaleza Antonia del Gólgota, el camino que debían hacer los crucificados portando la cruz.
Un primer plano del Gólgota.
La ciudad alta y el palacio de Herodes. Desde aquí se observa, además, el hipódromo, en la parte superior, y el teatro. Los edificios y calles parecen un poco exagerados en tamaño para una ciudad que debía albergar tal multitud de peregrinos, pero algunos restos encontrados bajo esta zona de la ciudad actual dan la razón a esta recreación de la ciudad. En este barrio alto es donde se disponían las casas de los ricos sacerdotes, como la casa de Caifás, donde Jesús fue juzgado por un sanedrín irregular.
Primer plano del palacio de Herodes. La plazoleta superior debe de ser uno de los numerosos bazares de la ciudad.
Otra vista del palacio de Herodes.
La columnata central, donde debía haber también fuentes y jardines para disfrute de los invitados del rey, y el bazar o mercado adyacente.
El teatro. Su emplazamiento y aspecto son totalmente hipotéticos, pues no se ha encontrado un sólo resto.
El palacio de los Asmoneos, residencia de Herodes Antipas y el resto de la familia herodiana durante las festividades. No se han encontrado restos convincentes de esta construcción, y se debate su ubicación. En mi opinión, la maqueta lo sitúa muy cerca del templo, y por tanto, demasiado en la parte baja de la ciudad. Según describe Josefo, Agripa hizo construir sobre este palacio un añadido o balcón, que según se decía, permitía ver el templo y el patio de los Gentiles. Para alcanzar semejante altura, me parece que debería estar situado más en la parte alta de la ciudad, más cerca del palacio de Herodes.
Un acasa típica del barrio rico. Tiene un aspecto muy real, con dos plantas, con callejas muy estrechas, un patio interior, balconadas, y construido con materiales muy sólidos, a imitación del templo. Restos de estas casas han sido encontrados en las excavaciones arqueológicas, como una casa denominada la “Casa Quemada”, que piuede ser visitada por los turistas.
La tumba de David, un monumento que existía en época de Jesús conmemorando el lugar de enterramiento del legendario rey. Se desconoce la ubicación exacta de la tumba.
Un primer plano de la tumba de David. Otros monumentos y tumbas similares existían cerca de la ciudad.
La ciudad baja, el barrio pobre de la ciudad, donde se apiñaban las casas sencillas de una dos alturas donde vivía el pueblo llano. La maqueta muestra una especie de río en el centro, atravesando lo que se conocía como valle del Tyropeón. Quizá es un poco exagerado pero lo que desde luego debió existir es una gran cañería o canal subterráneo que desaguaba las precipitaciones llevándolas hacia el sur, a la conocida piscina de Siloé, que en la maqueta aparece en la parte inferior derecha. La piscina parece en la maqueta como un edificio de cierta altura. Yo me inclinaría a pensar que el edificio está más al sur y la piscina está excavada hacia el interior de la tierra, y no elevada.
Primer plano del llamado monte Ofel, en la zona conocida como ciudad de David. La maqueta muestra esta zona rodeada de una segunda muralla interior, y cerrada al resto de la ciudad, con varios palacios en su interior, los palacios de la realeza de Adiabene. Sin embargo, creo que es una aproximación un poco inexacta. Estos palacios se empezaron a construir justo durante la época de Jesús o poco después de su muerte (la reina Elena de Adiabene, que se hizo enterrar en Jerusalén, murió hacia el año 50 de nuestra era). Por tanto, dudo que los palacios de estos príncipes extranjeros desalojaran tanto espacio de la ciudad. Seguramente sus palacios fueron modestas villas situadas dentro de la zona pobre de la ciudad. De hecho, se cuenta que la reina Elena fue una gran benefactora de los necesitados de la ciudad, socorriéndoles durante años de escasez. Y la muralla interior, yo descarto que realmente existiera.
Un primer plano del monte Ofel (ciudad de David), con los palacios de los príncipes de Adiabene. También en esta zona se disponía la llamada sinagoga de los Libertos y su albergue adyacente.
La piscina de Siloé, donde un ciego recobró la vista gracias a Jesús. Ya he dicho que su aspecto me resulta algo extraño, y yo la imaginaba como una piscina no elevada, situada más al nivel de la calle, y que recogía el agua de un canal por donde discurría el agua de lluvia del Tyropeón.
Primer plano del hipódromo. Se desconoce su emplazamiento y es costrumbre colocarlo al sur del templo, pero es raro pensar que un lugar de tan poco interés para los judíos estuviera tan cerca del templo. De hecho, las excavaciones arqueológicas no han encontrado resto alguno de un hipódromo en esta zona y sí los restos de una calle columnada por donde la maqueta hace discurrir un canal, que ya hemos dicho que debía de estar bajo tierra.
Primer plano del sur del templo. Se observa la escalinata que, ascendiendo sobre un inmenso arco, permitía acceder al pórtico real. Detrás de esta escalinata, en el centro de la foto, se aprecia el edificio llamado de “las piedras labradas”, y que debió de servir como lugar de reunión del Sanedrín.
Primer plano de la escalinata y el arco que permitían acceder al portico Regio a través de la puerta de la Basílica. Detrás, el edificio de las “piedras labradas”, a los pies del viaducto que desembocaba en la puerta que yo llamo Real. Se aprecia la inmensidad de los muros del templo, de 50 metros de altura, un edificio actual de unos 15 pisos.
El muro sur del templo, con las puertas de Hulda, la doble y la triple. Se discute el número de vanos de estas puertas. Aquí la maqueta ha puesto dos vanos a ambas puertas. Otros quieren ver tres vanos en la puerta triple. También se aprecia, en las escalinatas de acceso, el edificio con los baños públicos o miqwaoth, y delante el monumento a la profetisa Hulda.
Otra vista de la muralla sur del templo, de las puertas de Hulda, y del portico Regio.
El pórtico Regio, con la Stoa Real encima, y los accesos subterráneros provenientes de las puertas de Hulda. La explanada es el Patio de los Gentiles.
La Stoa Real, encima de la Basílica o pórtico Regio. El sanedrín se trasladó aquí, desde la cámara de las piedras talladas, poco después de la muerte de Jesús.
El santuario, rodeado primero de un vallado o soreg, y luego de un muro con torres y cámaras adyacentes destinadas a los oficios sacerdotales. Las escalinatas circulares conducen a la puerta llamada de Nicanor, hecha de bronce brillante. El patio en primer término es el patio de la mujeres, donde se permitía el acceso a las mujeres. El segundo patio, donde se alzaba el Santuario, era el patio de los sacerdotes, donde sólo se permitía el acceso a hombres. Al Santuario, el inmenso edificio de ¡60 metros! que se destacaba en medio de toda la ciudad, sólo podían acceder sacerdotes y para ciertos rituales. El inmeso portón de acceso estaba tapado por un gran velo que colgaba en el exterior. Velos similares se disponían en el interior separando lo que se denominaba el sancta-sanctorum, lugar sólo reservado una vez al año para el sumo sacerdote, y donde se creía que tenía su presencia Dios.
Otro primer plano del Santuario.
Una vista del templo desde el noreste.
La puerta de Nicanor.
El atrio de los Gentiles y la fortaleza Antonia. En este espacio y en el pórtico de los Gentiles es donde seguramente se disponían los mercaderes de productos para los sacrificios (animales y frutos) con sus tenderetes.
La fortaleza Antonia vista desde el este. La maqueta tiene dos errores en mi opinión. Uno es ese acceso mediante unas larguísimas y empinadas escaleras, que encuentro muy poco práctico para los soldados y la caballería. Otro que la muralla no rodease el castillo, haciéndolo más vulnerable, y además sin rastro del foso que sin duda rodeaba todo el castillo.
La fortaleza Antonia desde el oeste. Me resulta muy apropiadas las formidables dimensiones que muestra esta maqueta, sin duda acordes con la descripción que hace Josefo del edificio, que habla de una ciudad en sí misma. Se puede apreciar en su interior uno varios patios rodeados de muros almenados y fuertes torreones en las esquinas. Falta, sin embargo, el que opino que fue el acceso principal, hacia el norte, y al que se debía de acceder por un puente levadizo sobre el foso.
Otra vista del Antonia desde el norte.
La piscina de Betesda, dos piscinas rodeadas de columnas, cercana a la fortaleza Antonia. Este es el lugar de una curación de Jesús.
Reconstrucciones virtuales en 3D de la ciudad del Jerusalem Archaeological Park
En su página web ofrece panoramas 360º y una documentación muy completa sobre las averiguaciones arqueológicas hasta el momento, las fuentes y los protagonistas de los hallazgos.
Página de Jerusalem Archaeological Park:http://www.archpark.org.il/index.asp
Video en Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=r9h0odubFVg&feature=related
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