Traducción latina:
Es crucial no traducir de forma literal, pero lo que encontramos en esta traducción es un "libertinaje", permítaseme esta expresión en este contexto.
Hay decenas de casos, tantos que habría que escribir muchos tomos para explicarlos. Referente al primero de ellos aquí citado, el texto original inglés no dice "levantándose una verdadera tormenta"; lo que dice es directo y sin lenguaje metafórico... "empezaban a gestarse problemas...", aunque puede haber otras posibilidades sin apartarse tanto del original.
Hay muchísimos ejemplos más de esta traducción descuidada.... abajo iré añadiendo algunos.
Hay decenas de casos, tantos que habría que escribir muchos tomos para explicarlos. Referente al primero de ellos aquí citado, el texto original inglés no dice "levantándose una verdadera tormenta"; lo que dice es directo y sin lenguaje metafórico... "empezaban a gestarse problemas...", aunque puede haber otras posibilidades sin apartarse tanto del original.
Hay muchísimos ejemplos más de esta traducción descuidada.... abajo iré añadiendo algunos.
(1397.3) 127:2.5 Pero
en Nazaret se estaba levantando una verdadera tormenta. La actitud de Jesús en
estos asuntos había traído como resultado una división entre los jóvenes judíos
de la ciudad. Aproximadamente la mitad se había incorporado a la organización
nacionalista, y la otra mitad formó un grupo de oposición de patriotas más
moderados, con la idea de que Jesús asumiera el liderazgo. Mucho se asombraron
cuando rehusó el honor que le ofrecían, presentando como excusa sus pesadas
obligaciones familiares, lo cual todos ellos admitieron. Pero la situación se
complicó aún más cuando poco después, Isaac, un judío rico, prestamista de los
gentiles, propuso comprometerse a mantener a la familia de Jesús si abandonaba
sus herramientas de trabajo y asumía el liderazgo de estos patriotas de
Nazaret.
(1397.3) 127:2.5 But trouble began to brew in Nazareth. Jesus’ attitude in these matters had resulted in creating a division among the Jewish youths of the city. About half had joined the nationalist organization, and the other half began the formation of an opposing group of more moderate patriots, expecting Jesus to assume the leadership. They were amazed when he refused the honor offered him, pleading as an excuse his heavy family responsibilities, which they all allowed. But the situation was still further complicated when, presently, a wealthy Jew, Isaac, a moneylender to the gentiles, came forward agreeing to support Jesus’ family if he would lay down his tools and assume leadership of these Nazareth patriots.
Otro ejemplo:
(1399.1) 127:3.2 In passing through Samaria, they saw many strange sights. On this journey they talked over many of their problems, personal, family, and national. James was a very religious type of lad, and while he did not fully agree with his mother regarding the little he knew of the plans concerning Jesus’ lifework, he did look forward to the time when he would be able to assume responsibility for the family so that Jesus could begin his mission. He was very appreciative of Jesus’ taking him up to the Passover, and they talked over the future more fully than ever before.
(1399.7) 127:3.8 Several times a year, when visitors were not
present thus to function, Jesus continued to read the Sabbath scriptures at the
synagogue and many times offered comments on the lesson, but usually he so
selected the passages that comment was unnecessary. He was skillful, so
arranging the order of the reading of the various passages that the one would
illuminate the other. He never failed, weather permitting, to take his brothers
and sisters out on Sabbath afternoons for their nature strolls.
(1400.5) 127:3.13 Durante la tarde del sábado 3 de diciembre de este año, la muerte visitó por segunda vez a esta familia de Nazaret. El pequeño Amós, el hermanito menor, falleció por una fiebre alta que duró una entera semana. En este período tan doloroso y desamparado, [no] su hijo primogénito fue para María su único sostén y consuelo; finalmente, y en el sentido más pleno, ella reconoció en Jesús al verdadero jefe de la familia; y él fue siempre digno de ese título.
(1401.6) 127:4.6 En general, todos los pequeños, especialmente las niñas, consultaban a Jesús acerca de sus problemas infantiles y le confiaban secretos, (confiaban en él) lo harían con un padre cariñoso.
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(1403.1) 127:5.3 Jesús escuchó atenta y compasivamente la exposición de estos sentimientos, (estas cosas) primero del padre de Rebeca, y luego de ella misma. Replicó con gentileza que no había suma de dinero que pudiera rescatarlo de su obligación personal para con la familia de su padre, «de cumplir con el deber humano más sagrado —la lealtad a la propia carne y sangre de uno». El padre de Rebeca se sintió profundamente conmovido por las palabras con que Jesús expresaba su devoción familiar y se retiró de la entrevista. Su único comentario a María, su esposa, fue: «No podemos tenerle como hijo; es demasiado noble para nosotros».
(1403.1) 127:5.3 Jesus listened attentively and sympathetically to the recital of these things, first by the father, then by Rebecca herself. He made kindly reply to the effect that no amount of money could take the place of his obligation personally to rear his father’s family, to “fulfill the most sacred of all human trusts — loyalty to one’s own flesh and blood.” Rebecca’s father was deeply touched by Jesus’ words of family devotion and retired from the conference. His only remark to Mary, his wife, was: “We can’t have him for a son; he is too noble for us.”
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(1403.4) 127:5.6 Grande fue la desesperación de Rebeca. No hubo forma de consolarla, y con el corazón adolorido, insistió con su padre para que se fueran de Nazaret, hasta que finalmente él convino en mudarse a Séforis. En los años que siguieron, Rebeca no tuvo más que una respuesta para los muchos hombres que pretendían su mano en matrimonio. Vivía para un único propósito —esperar la hora en que éste a quien ella consideraba el más grande hombre de todos los tiempos comenzara su carrera como maestro de la verdad viviente. Devotamente le siguió ella durante los años memorables de labor pública, estando presente (sin que Jesús advirtiera su presencia) el día de su ingreso triunfal a Jerusalén; y estuvo «entre las otras mujeres» junto a María, esa tarde fatídica y trágica en que estaba el Hijo del Hombre en la cruz, porque para ella, como para incontables mundos en lo alto, él era «el del amor total, el más grande entre diez mil».
(1400.5) 127:3.13 Durante la tarde del sábado 3 de diciembre de este año, la muerte visitó por segunda vez a esta familia de Nazaret. El pequeño Amós, el hermanito menor, falleció por una fiebre alta que duró una entera semana. En este período tan doloroso y desamparado, [no] su hijo primogénito fue para María su único sostén y consuelo; finalmente, y en el sentido más pleno, ella reconoció en Jesús al verdadero jefe de la familia; y él fue siempre digno de ese título.
(1401.6) 127:4.6 En general, todos los pequeños, especialmente las niñas, consultaban a Jesús acerca de sus problemas infantiles y le confiaban secretos, (confiaban en él) lo harían con un padre cariñoso.
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(1403.1) 127:5.3 Jesús escuchó atenta y compasivamente la exposición de estos sentimientos, (estas cosas) primero del padre de Rebeca, y luego de ella misma. Replicó con gentileza que no había suma de dinero que pudiera rescatarlo de su obligación personal para con la familia de su padre, «de cumplir con el deber humano más sagrado —la lealtad a la propia carne y sangre de uno». El padre de Rebeca se sintió profundamente conmovido por las palabras con que Jesús expresaba su devoción familiar y se retiró de la entrevista. Su único comentario a María, su esposa, fue: «No podemos tenerle como hijo; es demasiado noble para nosotros».
(1403.1) 127:5.3 Jesus listened attentively and sympathetically to the recital of these things, first by the father, then by Rebecca herself. He made kindly reply to the effect that no amount of money could take the place of his obligation personally to rear his father’s family, to “fulfill the most sacred of all human trusts — loyalty to one’s own flesh and blood.” Rebecca’s father was deeply touched by Jesus’ words of family devotion and retired from the conference. His only remark to Mary, his wife, was: “We can’t have him for a son; he is too noble for us.”
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(1403.4) 127:5.6 Grande fue la desesperación de Rebeca. No hubo forma de consolarla, y con el corazón adolorido, insistió con su padre para que se fueran de Nazaret, hasta que finalmente él convino en mudarse a Séforis. En los años que siguieron, Rebeca no tuvo más que una respuesta para los muchos hombres que pretendían su mano en matrimonio. Vivía para un único propósito —esperar la hora en que éste a quien ella consideraba el más grande hombre de todos los tiempos comenzara su carrera como maestro de la verdad viviente. Devotamente le siguió ella durante los años memorables de labor pública, estando presente (sin que Jesús advirtiera su presencia) el día de su ingreso triunfal a Jerusalén; y estuvo «entre las otras mujeres» junto a María, esa tarde fatídica y trágica en que estaba el Hijo del Hombre en la cruz, porque para ella, como para incontables mundos en lo alto, él era «el del amor total, el más grande entre diez mil».
(1403.4) 127:5.6 Rebecca was heartbroken. She refused to be comforted and importuned her father to leave Nazareth until he finally consented to move to Sepphoris. In after years, to the many men who sought her hand in marriage, Rebecca had but one answer. She lived for only one purpose — to await the hour when this, to her, the greatest man who ever lived would begin his career as a teacher of living truth. And she followed him devotedly through his eventful years of public labor, being present (unobserved by Jesus) that day when he rode triumphantly into Jerusalem; and she stood “among the other women” by the side of Mary on that fateful and tragic afternoon when the Son of Man hung upon the cross, to her, as well as to countless worlds on high, “the one altogether lovely and the greatest among ten thousand.”
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(1409.2) 128:1.12
Always, even after his emergence into the larger life on earth, Jesus was
submissively subject to the will of the Father in heaven.
(1409.2) 128:1.12 Siempre, incluso después de su prominencia en gran escala de la vida en la tierra, (eso no dice el original) Jesús estuvo humildemente sujeto a la voluntad del Padre en los cielos.
(1409.2) 128:1.12 Siempre, incluso después de su prominencia en gran escala de la vida en la tierra, (eso no dice el original) Jesús estuvo humildemente sujeto a la voluntad del Padre en los cielos.
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