sábado, 11 de agosto de 2012

ARTÍCULO: DIOS ES UN SER PERSONAL...


Para que el lector corrobore mi traducción de ciertos términos en textos escritos publicados por distintos autores ajenos al LU, añado a este blog algunos artículos...

Dios no es "una personalidad" sino "un ser personal":

[También los ángeles o el hombre...]


DIOS ES UN SER PERSONAL Y ESPIRITUAL

sábado, 31 de marzo de 2012
Uno de los grandes problemas que ha tenido el hombre natural a la hora de concebir a Dios es despersonalizarlo. Como Dios es un ser intangible e invisible, se han formado una idea errónea de Él. Algunos lo abstraen. Lo identifican con ciertas características que, si bien vienen a constituirse en atributos de la Divinidad, no son el todo de la Divinidad. Por ejemplo, cuando ellos dicen que Dios es “una fuerza o es energía” solamente, lo que hacen es identificar un aspecto de sus variadas características. Mas bien deberíamos decir: “Dios es energía”, “Dios es omnipotente” ya que esta característica o atributo es perfecto, completo y absoluto en Él, al igual que todos los otros atributos que le son inherentes; sin embargo, de por sí solo no es el “todo de Dios” o no es Dios por sí mismo.. Así mismo pasa cuando conciben a Dios como “amor”, “mente”, etc.

Otros lo sustraen. Lo identifican con cosas tangibles, visibles. De esta idea el Panteísmo toma forma. El Panteísmo, como sistema filosófico, tiene sus raíces en el paganismo primitivo. Las gentes, sin conocimiento del Dios verdadero, lo identificaron con todos los elementos físicos con los cuales tenían contacto. Las plantas, los animales, las fuerzas naturales, de tal forma que, crearon un Dios inmanente e intrascendente que se disuelve y se multiplica en sus miles de manifestaciones naturales que el hombre puede percibir. “Todo es Dios”, y de este postulado se derivó, primeramente el animismo, siguiendo con el henoteísmo, politeísmo hasta llegar a su máxima degeneración a través de la idolatría y “homolatría” características de las religiones paganas actuales.

¿Cómo es que Dios se revela al hombre?

1o. Como un Dios PERSONAL. Cuando hablamos de personal nos referimos a que a él le caracterizan, en toda su plenitud y perfección todos los atributos de la personalidad:

En primer lugar, ÉL ES MENTE (INTELECTO), o sea tiene la capacidad de pensar y desempeñar todas las actividades síquicas tales como razonar, intuir, memorizar, deducir, recordar, etc.

En segundo lugar, este Dios personal tiene vida AFECTIVA con todas sus manifestaciones, o sea, él SIENTE: ama, se alegra, se entristece, se compadece, sufre, etc.

Y en tercer lugar y como persona, Dios ejerce toda su capacidad VOLITIVA: él tiene voluntad propia: decide, elige, descarta, hace las cosas como él quiere, etc.

La Biblia nos presenta a Dios amando al hombre, preocupándose por él, haciendo provisión para que éste pueda ser feliz eternamente. DIOS es una PERSONA*.

2o. Como un ser ESPIRITUAL. La Biblia declara: “Dios es espíritu”. La espiritualidad de Dios no contradice su personalidad, porque la personalidad es característica exclusiva de los seres espirituales. El hombre es una persona porque es un ser espiritual y no por poseer un cuerpo físico. Y es su carácter espiritual lo que lo pone en capacidad de tener contacto y relaciones con Dios, a diferencia de los animales que, aunque tienen un cuerpo, no tienen ni personalidad ni espiritualidad. Dios es una persona espiritual* . Así se nos revela en la Biblia y en la experiencia humana.

Es su espiritualidad lo que hace posible los dos aspectos de su omnipresencia. Dios es un ser trascendente porque él lo contiene todo y no es contenido por nada. En su infinitud e inmensidad cósmica nada se escapa de su presencia benefactora; pero a la vez Dios es un ser inmanente aunque no se confunde ni se funde con nada. Como la luz del sol, que penetra con sus rayos las profundidades de las aguas sin identificarse, ni mezclarse con ésta, ni afectarse por ésta, ni mutarse en ésta; así Dios lo penetra todo, lo afecta todo pero es independiente de todo y no se asemeja a nada. El es ESPÍRITU. http://doctrinascristianaslv.blogspot.com.es/2012/03/dios-es-un-ser-espiritual.html
leer también:
El ser personal en San Agustín
*****
Los ángeles son también "seres personales", no son "personalidades"




QUIÉNES SON LOS ÁNGELES
Los artistas cristianos los han imaginado como hermosos jóvenes de rostros resplandecientes, vistiendo túnicas blancas y con enormes alas en su espalda. Los querubines y serafines, en cambio, son retratados como bebés rollizos con pequeñas alas.
Pero, más allá de cómo los personifiquemos, en realidad, son seres puramente espirituales y, por lo tanto, inmortales. Como no dependen de la materia, su conocimiento es considerablemente más perfecto que el nuestro; para ellos, ver es ya conocer.

Los ángeles son seres personales y, en cuanto tales, son también ellos, "imagen y semejanza" de Dios. Tienen inteligencia y voluntad. Poseen también la libertad, que les permitió a algunos de ellos elegir rebelarse contra Dios.





El hombre es un ser personal

SheilaMorataya-Fleishman
31 julio 2008
Sección: Sexualidad

Dios es Persona y crea al hombre para que fuera un ser personal.

Querido lector, no lo podemos negar, es de fe que el primer hombre fue creado por Dios. El Concilio IV de Letrán y el Concilio del Vaticano enseñan que Dios desde el principio del tiempo creó de la nada el hombre compuesto de cuerpo y espíritu.
Dios es una Persona y crea al hombre para que fuera un ser personal. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que sólo el hombre es capaz de poder comunicarse de tú a tú con su Creador, es decir, de persona a persona. Ser persona es ser sujeto capaz de relaciones. El hombre puede entrar como ser personal en la vida íntima de Dios, puede hablar con Dios y puede convertirse en amigo de Dios
Como ser con un cuerpo, el hombre pertenece a la tierra, es una parte de la creación material. El animal a su vez es corpóreo y pertenece a la creación material, hombre y animal fueron creados del suelo (Gen 2,19). Entonces… ¿cuál es la diferencia? Sin duda alguna algo que todos sabemos, pero en lo que no reparamos con la frecuencia ideal: el hombre tiene un principio vital que le viene de Dios y le mantiene en el ser, en la vida. Este principio vital es el aliento de vida, el soplo de Dios que lo convierte en hombre: su alma. Es el alma la que da vida al cuerpo humano y le hace tener la forma única que cada uno tiene. Además la persona es acción y esta acción se ve plasmada en su trabajo. Sólo el hombre trabaja, sus manos están hechas para trabajar, su forma corporal, todo su cuerpo. Sólo el hombre puede ser creativo con su vida y puede dar gloria a Dios por medio de su trabajo profesional.
Pero siguiendo con nuestra breve explicación, la acción del Gran Alfarero se completa con la infusión del espíritu de vida. Al principio de su creación el hombre vivía en un estado de gracia natural, esto quiere decir que podía hablar con Dios y estaba destinado a vivir eternamente. La relación personal de Adán con Dios la vemos en Gen 2,16-17. Dios le da una indicación que él era capaz de comprender y reflexionar y dar una respuesta. Lamentablemente pecó.
Estimado lector, el hombre desde “el principio” ha sido colocado frente a una posición especial ante Dios y se le ha ordenado someter la tierra, es decir, trabajarla y relacionarse con los demás; gobernar a los animales, a los que puso nombre; y ser fecundo, la sexualidad está orientada a la procreación. Tú y yo somos seres de naturaleza inteligente, porque Dios lo quiso así, para que tú y yo queramos hacernos amigos suyos por medio de la oración, de nuestro trabajo profesional y de nuestro matrimonio o relaciones con los demás. Por eso la persona, a medida que se introduce en la vida íntima de Dios, se puede decir que se hace más persona, más grande y refleja la imagen y semejanza de Dios que es el Amor. La persona humana es a imagen y semejanza de Dios (Gen 1,26-17), es Amor, ya que Dios es amor y es esto lo que precisamente dignifica a cada uno. Sólo la persona humana puede hablar con Dios, sólo la persona humana puede enamorarse de Dios, sólo la persona humana puede mirar al cielo, extender sus manos y decir: ¡que mi vida sea un signo vivo de Tu Gloria! Qué hermoso saber que tú y yo somos un ser personal llamados a vivir en comunión de amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario