domingo, 14 de julio de 2013

ESCRITO 43-COMENTARIO: EDENTIA: LOS BELLÍSIMOS "JARDINES DE DIOS"





«Cosas que ojo no vio ni oído oyó ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman».  (1 Co 2,9)
492,1 Las capitales de los sistemas están singularmente embellecidas por construcciones de orden material y mineral, mientras que la sede del universo refleja más la gloria espiritual, pero las capitales de las constelaciones constituyen la cúspide de la actividad morontial y de la ornamentación viva. En los mundos sede de las constelaciones, este tipo de ornamentación se utiliza de forma más generalizada, y es esta preponderancia de la vida —el arte botánico— la que hace que a estos mundos se les llame “los jardines de Dios”[i].
492,2 Alrededor de la mitad de Edentia está destinada a los espléndidos jardines de los altísimos, que se encuentran entre las creaciones morontiales más fascinantes del universo local. Esto explica por qué tan a menudo haya, en los mundos habitados de Norlatiadec, sitios de extraordinaria belleza con el apelativo de “jardines del Edén”[ii]
492,3 En un lugar central de estos magníficos jardines se encuentra el santuario de culto de los altísimos. El salmista debe haber tenido algún conocimiento de estas cosas cuando escribió: “¿Quién subirá las colinas de los Altísimos? ¿Quién estará en su lugar sagrado? El limpio de manos y puro de corazón, el que no ha elevado su alma a cosas vanas ni ha jurado con engaño”[iii]. En este templo, los altísimos, cada décimo día de ocio, guían a toda Edentia en adoración contemplativa al Dios Supremo.
492,4 Los mundos arquitectónicos gozan de diez formas de vida de tipo material. En Urantia hay vida vegetal y vida animal, pero en un mundo como Edentia existen diez grupos de órdenes materiales de vida. Si pudieseis contemplarlos, rápidamente clasificaríais a las tres primeras de vegetales y a las tres últimas de animales, pero seríais manifiestamente incapaces de comprender la naturaleza de los cuatro grupos intermedios de fértiles y fascinantes formas de vida.
492,5 Incluso la vida ostensiblemente animal es muy distinta a la de los mundos evolutivos, tan distinta que resulta del todo imposible que la mente de los mortales pueda percibir el carácter único y el temperamento cariñoso de estas criaturas sin habla. Vuestra imaginación sería incapaz de concebir las miles y miles de criaturas vivas que allí existen. Toda la creación animal es de un orden enteramente diferente al de las toscas especies animales de los planetas evolutivos. Toda esta vida animal es, por otro lado, muy inteligente y delicadamente servicial, y todas las diversas especies son sorprendentemente dóciles y conmovedoramente amigables. En estos mundos arquitectónicos no hay criaturas carnívoras; en toda Edentia no existe nada que pueda atemorizar a un ser vivo.
492,6 La vida vegetal es también muy distinta a la de Urantia; se compone de variedades tanto de tipo material como morontial. La vegetación de tipo material tiene un colorido verde que le caracteriza, mientras que el equivalente morontial de vida de carácter vegetal tiene una tonalidad del color de las violetas o de las orquídeas con diversos matices y reflejos. Esta vegetación morontial es simplemente un brote de energía; cuando se consume, no deja residuo alguno.
492,7 Al estar dotados de diez grupos de vida de orden físico, por no mencionar las variantes de tipo morontial que poseen, estos mundos arquitectónicos ofrecen enormes posibilidades para el embellecimiento biológico del paisaje y de las construcciones materiales y morontiales. Los artesanos celestiales dirigen a los nativos espornagias en su gran labor de llevar a cabo la decoración vegetal y el engalanamiento biológico. Mientras que vuestros artistas tienen que recurrir a la inerte pintura y al inanimado mármol para plasmar sus conceptos, los artesanos celestiales y los univitatias hacen un uso más frecuente de materiales vivos para representar sus ideas y captar sus ideales.
493,1 Si disfrutáis de las flores, los arbustos y los árboles de Urantia,  vuestros ojos se sentirán agasajados al contemplar la belleza vegetal y la magnificencia floral de los supremos jardines de Edentia. Pero sobrepasa mi capacidad de descripción poder transmitir a la mente mortal una idea adecuada de la belleza de los mundos celestiales. En verdad, el ojo no ha visto glorias como las que os aguardan a vuestra llegada a estos mundos en vuestra aventura de ascensión como mortales[iv].



[i] Is 51,3; Ez 28,13; 31,8-9. En la traducción de Reina Valera, no se le llama “jardín” sino “huerto”.
[ii] Gn 2,8-9; 3,23; Ez 36,35; Jl 2,3. En la traducción de Reina Valera, no se le llama “jardín” sino “huerto”.
[iii] Sal 24,3-4.
[iv] Is 64,4; 1 Co 2,9.  

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