Cuando uno analiza el
desatino de la traducción literal para las Américas no solamente en el sensible
ámbito eugénico (con términos como “eliminar”, “degenerados”, “inservibles”, “defectuosos”,
“ineptos”, “inadecuados”, y un largo etc.) como se demuestra por algunas
entradas en este blog,
sino también en la
traducción en general, avalada por las más de 400 entradas en este blog, y las
consecuencias ya poco enmendables que ha originado de la grave acusación de
nazismo por esta funesta traducción literal de algunos términos:
http://erroresenlatraduccindellibrodeurantia.blogspot.com.es/2014/02/duras-criticas-al-libro-de-urantia-que.html
y lee cosas como estas:
Año
1983
me llevan a esa
indignación monumental. ¿Cómo pudieron rechazar una traducción del libro hecha
por LECTORES de lengua hispana porque ponía en riesgo sus “derechos de autor”
y contratar a una compañía de traducción
de Nueva York? Es una obviedad decir que esa compañía tendría aun total
desconocimiento del libro además de un lógico desapego. Aquello era un negocio
por el que cobraron 350.000 dólares, del dinero de los lectores, me imagino.
Estos traductores
cometieron miles de errores y trastocaron las enseñanzas del libro en muchos
aspectos, pero especialmente en la parte ya de por sí más controvertida como la
mejora de las razas. Es decir, por salvaguardar sus derechos de autor –algo no
nuevo si uno lee la historia de la Fundación— pusieron en peligro la revelación.
Pero quizás lo peor es que ellos, sin haberse
asesorado, requirieron esa misma traducción literal:
La primera publicación de una traducción al español del
LU fue la de 1993. Esa traducción fue realizada por una compañía de traductores
profesionales ubicada en Nueva York. La indicación que recibieron de la
Fundación Urantia fue que hicieran su trabajo lo más literal posible y fiel a
la versión original inglesa, es decir minimizando al máximo cualquier
interpretación personal del traductor.
Ya sabemos
el desatino que conlleva una traducción literal.
Douglas Fraser, a pesar de su voluntad, no pudo ayudar demasiado a la calidad del libro porque no era nativo sino un
norteamericano que hablaba español y Seppo Kanerva que sin saber español pasó
el corrector de ortografía automático, mucho menos.
Aquí hay un enlace a la historia del libro en Colombia, de Carlos Zapata:
http://www.urantiabogota.com/component/content/category/55-el-libro-de-urantia
No niego que en la actualidad esté dando pasos positivos hacia el conocimiento del libro, pero la defensa a ultranza de la traducción de las Américas de ciertos sectores, pasada a muchos grupos que defienden a ciegas su nefasta literalidad, coarta el pleno desarrollo y alcance de las enseñanzas de la Revelación.
Aquí hay un enlace a la historia del libro en Colombia, de Carlos Zapata:
http://www.urantiabogota.com/component/content/category/55-el-libro-de-urantia
No niego que en la actualidad esté dando pasos positivos hacia el conocimiento del libro, pero la defensa a ultranza de la traducción de las Américas de ciertos sectores, pasada a muchos grupos que defienden a ciegas su nefasta literalidad, coarta el pleno desarrollo y alcance de las enseñanzas de la Revelación.
La traducción sevillana con algunos aciertos, pero no menos defectuosa en muchos aspectos, realizada por una persona con escasos conocimientos de inglés, merece un capitulo aparte...
En fin: una política de traducciones, movida por la protección del copyright, que nos ha llevado a lo que ya veis: no se puede confiar en las traducciones "oficiales", que tanto defienden algunas personas por, lamento decirlo, más que cierta ignorancia.
Un lector muy indignado.
En fin: una política de traducciones, movida por la protección del copyright, que nos ha llevado a lo que ya veis: no se puede confiar en las traducciones "oficiales", que tanto defienden algunas personas por, lamento decirlo, más que cierta ignorancia.
Un lector muy indignado.
Ángel F. Sánchez Escobar
¡ QUE BARBARIDAD !
ResponderEliminarSIN MAS COMENTARIOS...................
Penoso, amigo Jairo. Creo que los lectores de estas deficientes traducciones deberían escribir a la Fundación en protesta por todo esto, pidiendo además la devolución de su dinero si han compredo el libro.
ResponderEliminarQue gran y terrible desatino de la Asociacion. !!!
ResponderEliminarVerdad, amiga Ángela.
ResponderEliminar