Nuestro planeta es un mundo decimal o experimental. Son los portadores de
vida los que modifican la vida en estos planetas:
“Los laboratorios de
planificación de la vida planetaria están situados en el segundo satélite de
este mundo número dos. En dichos laboratorios los portadores de vida y todos
sus colaboradores cooperan con los melquisedecs a fin de modificar y
posiblemente mejorar la vida concebida para su implantación en los planetas
decimales de Nebadón. La vida que
evoluciona actualmente en Urantia se planificó y se desarrolló en parte en este
mismo mundo, ya que Urantia es un planeta decimal, un mundo de experimentación
de la vida. En un mundo de cada diez se permite que los diseños normales de la
vida sufran una variación mayor que en los otros mundos (no experimentales)”
(36:2.15).
Más adelante se aclara:
“Los mundos experimentales están, por lo
general, perfectamente adaptados a las formas típicas de existencia, y en estos
planetas decimales los portadores de vida tratan de producir, en los diseños
regulares de vida, variaciones que puedan resultar beneficiosas. Al ser un
planeta experimental, vuestro mundo, difiere notablemente de sus esferas
hermanas de Satania; en Urantia han aparecido muchas formas de vida que no se
hallan en ningún otro lugar; igualmente, hay muchas especies comunes que no
tienen presencia en vuestro planeta” (49:5.11).
Se nos dan algunos ejemplos de esto: por
un lado, la aparición de la raza andónica con anterioridad a la evolución de
los seis pueblos de color y la aparición simultánea posterior de las seis razas
de color en una sola familia; y, por otro, la llegada tardía del príncipe planetario.
Habitualmente, el príncipe aparece en un planeta alrededor del momento del
desarrollo de la voluntad; y si se hubiera seguido tal sistema, Caligastia hubiese venido a Urantia ya durante
la vida de Andón y Fonta en lugar de casi quinientos mil años más tarde, en
simultaneidad con la aparición de las seis razas sangik (65:4.7-8).
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